Biólogos marinos han documentado una serie de ataques a tiburones ballena adultos por parte de un grupo de orcas en el sur del Golfo de California. Esto ha llamado la atención de los especialistas debido a que se trata de un comportamiento inusual en esta especie de delfines.
Dado su gran enorme tamaño (13.7 metros en promedio), no se creía que los tiburones ballena tuvieran depredadores naturales, y mucho menos que estos fueran las orcas (con una longitud de 6 metros en espécimen promedio). Sin embargo, todo parece indicar que estos mamíferos han adquirido y transmitido un conocimiento que les permite actuar en conjunto para matar a sus enormes presas.
Una manada especializada en cazar tiburones ballena
De acuerdo con un artículo publicado recientemente en Frontiers in Marine Science por el biólogo marino Erick Higuera Rivas y otros colegas, entre 2018 y 2024 se registraron cuatro eventos de caza en los que un grupo de orcas cooperaba para debilitar metódicamente y asesinar a tiburones ballena.
En tres de estos ataques participó una orca en particular, conocida como Moctezuma. Se trata de un macho adulto avistado por primera vez en 1992. Además, entre las hembras avistadas, cuatro habían sido vistas con él en eventos anteriores.
A raíz de esto, los científicos sugieren la existencia de una manada en particular especializada en la caza de tiburones ballena en el Golfo de California, y que son las hembras quienes transmiten el conocimiento sobre la técnica para cazar a los enormes elasmobranquinos.
Este es su método de ataque
Francesca Pancaldi, coautora del estudio, mencionó a Science News que, además del tamaño, el hecho de que las orcas tienen pulmones debería dar a los tiburones ballena una ventaja. Al poseer branquias, estos pueden acechar infinitas veces y sumergirse a 2,000 metros de profundidad para escapar, mientras que las orcas deben nadar a la superficie para respirar, lo que interrumpe la persecución.
Sin embargo, lo que observaron los científicos fue que las orcas golpean al tiburón hasta voltearlo y dejarlo con el vientre hacían arriba. "En esa posición los tiburones entran en un estado de inmovilidad tónica y ya no pueden moverse voluntariamente ni escapar", dijo Rivas.
Algo que llamó la atención de los científicos es que se concentraban en una parte específica del cuerpo de su presa: la pelvis. Esto provocaba que la presa se desangrara y facilitaba el acceso de los cazadores al hígado, que es rico en lípidos, entre otro órganos de importancia nutricional para las orcas.
El impacto ecológico de este comportamiento
Tanto los tiburones ballena como las orcas se encuentran ampliamente distribuidos en el globo; sin embargo, los primeros prefieren las aguas calidad y tropicales, los investigadores consideran que es posible que otras orcas fuera del Golfo de California también hayan aprendido a cazarlos.
No obstante, los biólogos aún deben observar y estudiar este fenómeno. Creen que, si la manada de Moctezuma son cazadores únicos de tiburones ballena, podría afectar la conservación de esta región. De acuerdo con Gizmodo, cualquier cambio en la población de tiburones ballena podría alterar sus posibilidades de supervivencia.
De hecho, un estudio previo también registró ataques coordinados de orcas en contra de tiburones en el Parque Nacional Cabo Pulmo entre 2022 y 20233. El artículo señaló que la presencia de escualos en esta zona del Golfo de California se redujo debido a la presencia de los mamíferos. Asimismo se reportó la presencia de más de un centenar de tiburones al sur del parque, cerca de un arrecife que, al ser inaccesible para las orcas, les servía como refugio.
Imagen | Kelsey Williamson/Frontiers.
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