En Australia, los accidentes por exceso de velocidad en las carreteras ha alcanzado niveles extremos, según información de Drive. Para combatir a los conductores más temerarios, las fuerzas policiales han integrado modelos de alto desempeño como el BMW M3 a sus patrullas.
Este movimiento comenzó tras el declive de la industria automotriz local, que dejó a la policía sin patrullas Holden Commodores y Ford Falcons. Ahora, vehículos como el BMW M3 G80 forman parte de las estrategias de las autoridades para garantizar la seguridad vial y controlar carreras ilegales, reporta CarsCoops.
El BMW M3, reconocido mundialmente por su potencia y precisión, se ha convertido en un arma clave en las operaciones encubiertas de las fuerzas policiales. Desde 2019, los primeros modelos comenzaron a aparecer en Canberra, la capital australiana. Equipados con luces ocultas y placas personalizadas, estos vehículos se camuflan en el tráfico hasta que la situación exige su intervención. Su capacidad para alcanzar altas velocidades y maniobrar con agilidad los hace ideales para perseguir autos modificados y deportivos de última generación.
Recientemente, un BMW M3 G80 sin distintivos ganó notoriedad durante la visita del primer ministro chino a Canberra. Con su pintura gris y detalles discretos, el vehículo pasó desapercibido hasta que activó sus luces de emergencia, demostrando su eficacia como patrulla encubierta. En otro caso destacado, este mismo modelo detuvo un Mazda RX-3 con motor rotativo, sorprendiendo completamente al conductor.
BMW M3 G80.
El uso de BMW no se limita al Territorio de la Capital Australiana. En el estado de Victoria, al menos cinco M3 G80 están en servicio, todos ellos sin distintivos. Incluso algunos están equipados con sistemas de escape Akrapovic, lo que mejora aún más su desempeño en persecuciones. Nueva Gales del Sur también ha incorporado estos modelos a sus flotas, reforzando el despliegue policial con una herramienta que parece ser muy eficaz.
La llegada de estos vehículos de alto rendimiento refleja cómo las fuerzas policiales australianas han evolucionado ante un panorama de conducción más complejo y peligroso. No solo se trata de alcanzar a los infractores, sino de establecer un mensaje claro: la velocidad y la imprudencia no quedarán sin respuesta. En este contexto, el BMW M3 representa el equilibrio perfecto entre sofisticación y fuerza bruta, redefiniendo cómo se aplican las leyes en las carreteras australianas.
Hay que recordar que este automóvil superdeportivo monta un motor de seis cilindros en línea BMW M TwinPower Turbo con hasta 510 caballos de fuerza que trabaja en conjunto con una transmisión M Steptronic con ocho velocidades. Toda esa potencia es transferida a las cuatro ruedas gracias a su sistema de tracción M xDrive que le permite hacer un cero a 100 kilómetros por hora en 3.9 segundos.
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