A estas alturas Xiaomi no es ningún desconocido. Se han hecho un nombre y una marca a seguir, a pesar de no ser una compañía que comercializa sus productos a lo largo del mundo. Acaparan nuestra atención cada vez que hacen un lanzamiento y hace poco dieron a conocer sus primeros terminales para este 2015: Mi Note y Mi Note Pro.
El fabricante chino se sube al carro de los phablets y lo hace con un dispositivo que por dimensiones se le podría considerar de este tipo (5,7 pulgadas de pantalla) pero no tanto por funciones ya que el software que integra no está tan orientado como el de otras marcas, aquí el referente es Samsung con su Note . Eso no hace que pierda atractivo ya que este Mi apunta a ser el mejor teléfono que han sacado hasta la fecha. Este es nuestro análisis.
Especificaciones técnicas
Xiaomi lanza su Mi Note en un momento un tanto especial. Principios de 2015, algo que podría parecer irrelevante pero que en realidad se trata de un periodo de transición entre los componentes del año pasado y los que están por llegar. Punto a punto el Mi Note es un terminal tope de gama indiscutible ya que sigue los cánones que mandan 2014 y no tanto en el que nos encontramos ahora mismo.
Xiaomi Mi Note, características técnicas | |
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Dimensiones físicas | 155,1 x 77,6 x 7 mm y 161 gramos |
Pantalla | 5,7 pulgadas, IPS, Gorilla Glass 3 |
Resolución | 1080p (386 ppp) |
Procesador | Qualcomm Snapdragon 801, quad-core a 2,5 GHz (MSM8974AC) |
RAM | 3 GB |
Memoria | 16 o 64 GB, no ampliable |
Versión software | Android 4.4, MIUI 6 |
Conectividad | LTE, NFC, Wi-Fi b/g/n/ac, BT 4.0 LE, USB OTG |
Cámaras | Principal de 13 Megapíxeles (Sony Exmor IMX214), secundaria de 4 megapíxeles |
Batería | 2.900 mAh |
Precio | 327/399 euros |
Nadie duda de sus datos sobre el papel ya que si algo hace bien Xiaomi, es juntarse con los mejores proveedores. Nada de medias tintas ni apartados en los que haya un compromiso significativo. En cada apartado despunta y la selección de componentes así lo corrobora: Qualcomm en el procesador, Japan Display y Sharp en la pantalla, Sony en la cámara… Una selección muy sólida que deja pocas lagunas.
Quizá el aspecto más crítico sobre el papel sea el tamaño de la batería. 2.900 mAh parece una buena cifra pero quizá un poco más de amperaje le habría venido bien. También hay que tener en cuenta la memoria interna y es que, a pesar de tener varias configuraciones, no tener microSD resulta decepcionante. Estos son los datos sobre la mesa y ahora vayamos punto por punto con los aspectos principales.
Un gran diseño con la delgadez y el acabado como elementos a destacar
Lo primero que sorprende del Mi Note cuando lo sacamos de la caja es la construcción del terminal. Poco a poco van creciendo en este apartado y este phablet demuestra que han llegado a un nivel de calidad muy alto. Un terminal fino, grande pero que aprovecha muy bien el espacio para no dar la sensación de que tenemos un dispositivo enorme, a pesar de su pantalla.
Cuidan los materiales y la prueba de ello la encontramos en el marco de aluminio que le otorga una gran robustez. La parte trasera ha sido construida en cristal con protección Gorilla Glass 3, u es agradable al tacto aunque algo resbaladiza y que nos hace andar con cuidado para evitar que no termine en el suelo. Por fortuna, el diseño está hecho para evitarlo en la medida de lo posible.
Dos curvas en la parte trasera (en la vertical del móvil) ayudan a que el agarre sea más cómodo y podamos tenerlo sobre la mano de forma más natural y sin preocuparnos tanto por el ancho del dispositivo. Un pequeño detalle que en un terminal de estas dimensiones se acaba agradeciendo.
El altavoz se sitúa en el marco inferior, al igual que el microUSB de carga. Una elección muy buena para escuchar música cuando tenemos el dispositivo sobre la mesa ya esté boca arriba o boca abajo. Lo malo es que, al cogerlo con dos manos en formato apaisado, es fácil que lo tapemos sin querer y no lo escuchemos con toda la potencia que ofrece.
Los botones, situados en el marco derecho del terminal, son robustos y su colocación es cómoda. Se accede bien a ellos y en ningún momento dan la sensación de que vayan a ceder o romperse con el paso del tiempo. La ranura SIM se abre con un accesorio y en ella podemos colocar una tarjeta nano y una micro. Si solo vamos a usar una, da igual donde la pongamos.
El frontal del teléfono tiene un cristal templado 2.5D que le da más protección a la pantalla. En el tiempo que lo he estado probando es cierto que los arañazos no se notan pero las huellas sí y, cuando hay mucha luz en el ambiente, la cantidad de reflejos llega a ser molesta.
En proporción tamaño y peso el terminal consigue un buen equilibrio. No es ligero pero tampoco pesado, transmite mucha robustez y sobre todo un excelente aprovechamiento de las dimensiones y el peso. Con una mano, si es grande, es fácil de usar, pero la mayoría de las veces terminaremos usando ambas.
Mi sigue dando pasos en diseño y con el Note sigue creciendo. Pulido, refinado y sí, habrá quienes digan que se parece a otros móviles como el iPhone 6 pero Xiaomi logra con este terminal crear su propia identidad sin ser una mera copia de otros.
Panel IPS de calidad con resolución 1080p
Mi Note pone en la pantalla un panel de 5,7 pulgadas fabricado por Japan Display y Sharp. La tecnología es IPS LCD, y la resolución queda establecida en Full HD. El WQHD se irá para el modelo Pro y, en lo personal, esta resolución no se echa de menos en el modelo que estamos analizando.
Xiaomi aprovecha muy bien el espacio frontal y los marcos laterales son muy finos. Las huellas se marcan bastante y tenemos que estar constantemente con la gamuza para limpiarlas. Dicho sea, no se mancha más que otros terminales pero es frustrante verlo lleno de dedos.
El perfil de color que utiliza Xiaomi es algo saturado y lo podemos apreciar en algunos momentos, pero la temperatura está bien medida y no peca de demasiado cálida o fría. Solo cuando bajamos el brillo y giramos la pantalla notamos que es algo rojiza pero nada alarmante.
El ángulo de visión es algo corto en horizontal y si giramos la pantalla para ponerla en ángulos donde normalmente no vamos a ver la pantalla pierde un poco de brillo. De frente y moviéndola un poco no vamos encontrar ningún problema pero, en comparación con otros móviles, sí que es algo corto.
Fuera, con mucha luz, el panel se porta bien. Luminoso, con el brillo máximo no tendremos problemas aunque aquí hay algunos paneles, como el del Note 4, que rinden mejor. Con poca luz se comporta a la perfección y el sensor que se encarga de calibrar el brillo hace su trabajo como toca.
Si el perfil de color no nos gusta, podemos seleccionar entre varios en el menú de ajustes del terminal. Ahí podemos cambiar tanto el contraste como el color. No es una calibración precisa y solo podemos seleccionar entre diferentes modos. Más que suficiente para la mayoría de los usuarios.
Xiaomi acierta con la elección del panel y logra un gran resultado en Full HD. Una pantalla atractiva, bien equilibrada y con unas cuantas opciones de personalización para ponerla a nuestro gusto.
Un rendimiento con el que no tendremos problemas este 2015
Mi Note llega con una de las configuraciones más potentes del año pasado: Qualcomm Snapdragon 801 y 3GB. Pocos terminales le superan en este aspecto pero lo harán. Ya lo estamos viendo en estos primeros meses del año.
La combinación de factores es muy buena y ya la hemos visto en otros terminales como el One Plus One. Antes de hablar de la experiencia, veamos en una tabla los resultados en benchmark.
Xiaomi Mi Note | Samsung Galaxy Note 4 | LG G3 | One Plus One | Huawei Ascend Mate 7 | |
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Antutu | 43.346 | 41.192 | 32.715 | 36.150 | 42.892 |
Quadrant | 23.616 | 26.397 | 22.809 | 23.553 | 12.262 |
3DMark | 20.472 @ Icestorm Unlimited | 14.297 @ Icestorm Unlimited | 11.879 @ Icestorm Unlimited | 12.596 @ Icestorm Unlimited | 13.814 @ Icestorm Unlimited |
Como podéis apreciar en la tabla, el rendimiento en los tests es incuestionable. Resultados muy altos y a la par con otros terminales tope de gama.
En la memoria nos encontramos con dos configuraciones: 16 o 64 GB. Ninguna opción entre medias y sin la posibilidad de ampliar con tarjeta microSD. En el caso del modelo con más capacidad no es algo que se eche de menos pero en el de 16 nos quedaremos con unos 12GB libres de inicio. Cantidad algo escasa si vamos a instalar juegos o descargar muchos archivos (tipo caché de Spotify offline).
La experiencia en cuanto a fluidez no nos deja ninguna duda. Todo se mueve rápido, sin ningún problema y sorpresas. Las especificaciones son las que son y aquí Qualcomm vuelve a demostrar que, en tope de gama, son una referencia aunque veremos si este año le sale algún que otro competidor.
En cuanto a batería nos encontramos con 2.900 mAh que aunque a priori suenen a una cantidad algo justa cumplen bien con su cometido aunque nos hubiera gustado más capacidad. Usándolo con datos por completo (4G) es capaz de aguantar un día con notificaciones push y servicios en segundo plano llegando justo. El día que más horas de pantalla encendida, usando el móvil como rutina, he conseguido seis horas. Ese día y poco es consecuente con otros análisis realizados al terminal.
Si estamos casi todo el tiempo por WiFi, es fácil llegar a más de un día y media pero, como siempre, dependerá del uso que le hagamos. Tras varios días usando el móvil en ninguno me he quedado sin batería salvo cuando he hecho pruebas de rendimiento con benchmark, juegos y vídeo. En caso de necesitar algo más de autonomía, el móvil cuenta con un modo ahorro para arañar un poco más la duración.
Interfaz MIUI, lo más original del terminal
Si hay algo que diferencia a Xiaomi como compañía es su software. De hecho, con él empezaron y han ido creciendo para convertirse en un fabricante de móviles. Su ROM, MIUI, también ha evolucionado hasta conseguir su propia identidad no solo visualmente sino en cuanto a uso.
Es Android y aunque pueda parecer un fork por dar la espalda a Google, en palabras de Hugo Barra MIUI es una capa de software más que ofrece servicios adicionales. Lo cierto es que sí pero poco le queda para convertirse en algo más alejado de la plataforma de Google.
Lo primero que llama la atención cuando enciendes un Mi Note es la simplicidad. Si ya de por sí Android brilla por su sencillez, Xiaomi lo lleva más allá y consigue una interfaz más mínima aunque con muchas opciones de personalización y, guste o no, las comparativas con iOS son razonables y comprensibles. De hecho, ellos mismos se pusieron frente al sistema de Apple en su presentación en San Francisco y no contra otras plataformas.
La ROM viene con muchos servicios asociados al ecosistema de la compañía: acceso a la tienda online, la comunidad de usuarios y los muchos servicios que tiene asociados: juegos, música, tienda online, su propia tienda de apps… Posiblemente tenga una de las integraciones más ambiciosas pero a día de hoy tiene un problema: su utilidad fuera de China es cuestionable.
La ROM con la que viene el terminal ofrece una mezcla curiosa entre inglés y chino que hace que algunas aplicaciones sean completamente inútiles para la mayoría de nosotros. Además, no tener servicios de Google por defecto es un problema para todos los que usamos Android.
Por fortuna, hay una forma muy sencilla de poder usar nuestra cuenta instalando un apk que sirve de intermediario para que podamos acceder al resto y configurar cuentas de Google como si fuera un dispositivo normal. Hecho esto luego podemos acceder a Google Play e instalar el resto sin problemas.
La experiencia de uso con el software es muy buena y aunque hay que acostumbrarse a ciertos gestos y rutinas y no, no resulta molesto. Todo va muy fluido y las opciones de personalización llegan a ser infinitas entre los temas, la posibilidad de cambiar de fuente y los widgets.
Eso sí, a día de hoy MIUI demuestra que si quieren ir con Xiaomi al resto del mundo, tendrán que seguir trabajando en su ROM para meter servicios occidentales ya que algunas carencias en su propio ecosistema son hirientes. Hay Whatsapp pero apenas clientes de Twitter. Aplicaciones como VSCO están disponible, pero sin todo el catálogo de filtros. Tenemos Facebook, pero no hay Spotify. Contrastes que llegan a ser frustrantes.
Hay aspectos que sorprenden como la enorme curva de aprendizaje que tiene MIUI. No es difícil de usar pero cada día nos encontramos con una opción nueva navegando en sus menús. Una personalización extensa del sonido con auriculares, un sistema de seguridad para regular todos los permisos, optimización de la batería… La lista es muy larga y conocer a fondo el software que lleva requiere mucho tiempo. El proceso de aprender y explorar es muy divertido.
Una cámara que está a la altura del terminal
Si en la pantalla apostaban por Japan Display, en la cámara se han buscado al mejor fabricante de sensores del mercado: Sony. Un Exmor RS de 13 megapíxeles se sitúa en la esquina superior izquierda a ras de la tapa. No es mi posición favorita pero, al menos, no sobresale respecto al perfil del teléfono.
Xiaomi acierta con el software de procesado de la cámara y los resultados que se consiguen, hay algunos ejemplos más abajo, son excelentes. Imágenes equilibradas, buen rango dinámico y, a la hora de disparar, un enfoque algo lento. Eso sí, podemos controlar la exposición al enfocar e “iluminar” u “oscurecer” más la imagen según la situación en la que estemos. Todo eso con un giro sobre el sitio donde estamos enfocando para tener un control manual de la cámara muy ágil.
La interfaz de la cámara es sencilla y con un par de swipes podemos acceder a todos los menús: los filtros y los ajustes. Siempre a mano, podemos configurar la cámara en manual de forma rápida y sin necesidad de perder mucho tiempo. Los ajustes, además, se quedan guardados para cuando volvamos a abrir la aplicación.
Los filtros que tiene por defecto son, en mi opinión, demasiado fantasiosos y más orientados a los efectos creativos y pseudoartísticos que los que ofrece un VSCO Cam por ejemplo. Eso sí, la herramienta de edición que trae MIUI por defecto sí que es algo más completa y ambiciosa.
Ejemplo de foto interior con mucha luz natural. Se ve todo con nitidez y los colores son muy fieles. Recoge muy bien los detalles y solo cuando tenemos la imagen al 100% se nota un poco de ruido. Resultados muy buenos.
Ejemplo de lo que lo comentábamos con el enfoque y poder regular la exposición. En la izquierda lo tenemos tal cual se vería al enfocar. Tras eso, giramos ligeramente el dedo sobre el punto enfocado para conseguir un resultado como el de la derecha, algo más natural y menos sobreexpuesto. Tener esta opción tan a mano es tremendamente útil.
Macro en interior donde la cámara hace muy bien su trabajo. Enfoque en el tarro del fondo y un ligero desenfoque en la que está más cerca. Se pueden apreciar sin problemas hasta los detalles de los lazos o el azúcar de las gominolas.
Recorte de una panorámica hecha con el modo específico que tiene la aplicación de la cámara. Resultados muy buenos aunque sufriendo un poco en la zona donde más luz hay. Combina muy bien las imágenes pese a pequeños fallos como el del panel electrónico.
Ejemplo de foto con luz ambiente y contraste. Ajustando la exposición manual, conseguimos exprimir bien el rango dinámico del sensor y que se aprecien los detalles tanto en las zonas iluminadas como en las sombras. Eso sí, no es perfecto y en la parte derecha podéis ver una zona quemada por encima de los edificios.
La cámara frontal de cuatro megapíxeles pone de manifiesto que este componente es cada vez más importante. La calidad que ofrece para autorretratos y videoconferencias está a un nivel muy alto y además ofrece un par de trucos para darle más valor a este sensor.
La opción más curiosa de esta cámara la encontramos en el modo belleza que funciona parecido al sistema que tienen otros móviles. Es un filtro en tiempo real que elimina imperfecciones de la cara y la hace un poco más fina. Según la intensidad el efecto aumenta. De hecho, cuando lo usamos nos dice la edad que aparentamos. Inquietante.
En cuanto a vídeo tenemos la posibilidad de grabar vídeo en HD con una calidad bastante buena. También tiene opciones para grabar secuencias en cámara lenta o rápida y aunque el efecto es curioso no es un aspecto que luzca demasiado en este apartado.
La opinión y nota de Xataka sobre el Mi Note
A Mi Note le ocurre un poco como a Samsung con su phablet. Por especificaciones y funciones es mejor móvil que su buque insignia tanto por especificaciones como experiencia de uso. Eso sí, el móvil del fabricante chino no tiene tantas opciones orientadas a usarlo como tablet para, por ejemplo, tomar notas. Aún así, podemos afirmar que es el mejor móvil de Xiaomi hasta la fecha, con permiso de la versión Pro.
No solo eso, es un gran producto, muy sólido en todos los apartados y un firme competidor para otros teléfonos de gama alta. Un terminal excelente con pocas carencias, aunque algunas, como no tener ranura microSD, sean importantes en este equipo si escogemos la versión de 16 GB.
No es casualidad que a día de hoy conseguir uno no sea una tarea fácil. Ya no es solo el precio, sino que hemos podido comprobar que merece mucho la pena. En la parte de software tienen que adaptarse al resto del mercado y ofrecer una experiencia que sea igual de completa que la que podría disfrutar alguien en China. Un terminal a tener en cuenta si buscamos algo diferente y no nos importa tener el servicio técnico algo alejado.
8,5
A favor
- Diseño excelente, al nivel de los grandes del mercado
- Experiencia de uso muy buena, gran combinación de hardware
- Muchas ideas nuevas e interesantes en software
En contra
- La mezcla de inglés y chino en la ROM
- No es fácil de conseguir ni hay soporte oficial fuera de China
- Sin ranura microSD
El terminal ha sido cedida para la prueba por parte de la tienda online GeekVida. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas
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