En Estados Unidos, a muchos conductores no les gusta la idea de tener que compartir carretera con autos autónomos de prueba, de acuerdo con una encuesta realizada por Harvard y la Asociación Americana del Automóvil (AAA); de los encuestados, entre el 43% y el 53% se sentían menos seguros al tener los vehículos de prueba en la carretera.
Sólo entre el 11 y 13% se sentían más seguros con esos vehículos en la carretera; el resto no estaban seguros o sentían las cosas no cambiaban con esos autos circulando. Sin embargo, la encuesta también reveló que los conductores creen que las empresas y desarrolladores de autónomos pueden recurrir a acciones que hagan que se sientan más seguros al lado de estos carros de prueba.
La primera acción que ven viable es la de marcar claramente a un auto autónomo de prueba para distinguirlo, además de crear carriles y áreas designadas para las pruebas. Otra acción que algunos mencionaron es la de establecer horarios designados para que los vehículos autónomos recorran sus pruebas.
Sin embargo, estas acciones tienen sus contras. Por ejemplo, el marcar con distintivos los autos autónomos, podría hacer que los demás conductores actúen de forma antinatural al estar cerca de ellos y eso podría afectar los resultados de las pruebas.
En el caso de restringir a ciertos carriles y los periodos de tiempo la circulación de los autónomos también podría resultar en que los datos recabados no sean tan normales porque no ocurrirían las pruebas en situaciones con tráfico pesado o ligero, dependiendo.
La encuesta también reveló que las opiniones estaban bastante divididas en cuanto a las pruebas en la vía pública; las opciones eran que las apoyaban, se oponían o no estaban seguros, con una ligera ventaja, son más los que se oponen (34% a favor, 36% en contra). Así que, esta podría significar una oportunidad para que los investigadores y compañías de vehículos autónomos eduquen a los automovilistas y tomen medidas para ganarse su confianza.