El Museo Británico lleva años siendo el blanco de cuestionamientos debido a su vasta colección de piezas arqueológicas provenientes de distintas partes del mundo. Actualmente, los señalamientos hacia a la corona por "robar" a otros países parte de su patrimonio cultural se han incrementado. Este tema se ha vuelto objeto de estudios, protestas virtuales y hasta memes.
Muchos países han reclamado a la institución devolver las piezas de sus territorios que permanecen en su poder. Uno de ellos es Grecia, que pide al museo regresar más decenas de objetos pertenecientes al Partenón. Este, por supuesto, se ha negado. En respuesta un grupo de activistas escaneó las reliquias para recrear los modelos en mármol. Esto permitiría al Museo Británico repatriar las piezas originales y quedarse con copias muy cercanas a la realidad.
Guerra de guerrilla en el Museo Británico
Stuff the British Stole (traducido como "Cosas que los británicos robaron") es una serie documental australiana que explora, precisamente, las reliquias en manos de Reino Unido. En uno de sus episodios, se presentó el trabajo de un grupo de historiadores y arqueólogos. Ellos usaron herramientas como un iPAd con sensor LiDAR para escanear cada uno de los objetos del Partenón en el museo. Estos datos los han convertido en réplicas 1:1 hechas en mármol.
Roger Michel, arqueólogo digital al frente del proyecto, dijo que cuando le contaron su idea al Museo Británico, este no se mostró nada contento con la idea. Incluso amagó con tomar "una posición muy fuerte" al respecto. Por lo tanto, dijo, no hubo más opción que iniciar una "guerra de guerrilla", y aprovechar que el reglamento de la institución permite a los visitantes usar equipo de escaneo 3D, siempre y cuando las copias no sean utilizadas para fines comerciales.
De acuerdo con Michel, hacer copias perfectas de las esculturas del Partenón brindará a los visitantes la misma experiencia que si estuvieran frente a las piezas originales. Esto permitiría devolver dichas reliquias a su país de origen. Otra ventaja importante es que las copias podrían pintarse para imitar la estética de la antigüedad, con colores brillantes que no se pueden aplicar a los originales.
La historia del "saqueo" al Partenón
La historia de la disputa entre Grecia y Reino Unido se remonta a principios del siglo XIX, cuando Lord Thomas Bruce, conde de Elgin, comenzó la retirada de aproximadamente la mitad de las esculturas que había en las ruinas del templo dedicado a la diosa Atenea. En 1816, el también embajador británico del Imperio Otomano vendió las piezas al Gobierno británico por 35,000 libras (913,789 pesos mexicanos actuales).
De acuerdo con Sarah Durwin, del periódico español El Debate, Thomas Bruce habría aprovechado una libre interpretación de un decreto del imperio otomano, el cual ordenada "que nadie se entrometiese con los andamios o implementos de los trabajadores de Lord Elgin, ni les impidiesen llevarse ningún trozo de piedra con inscripciones o figuras". Así, debido a una laguna creada por estas líneas, el embajador británico pudo retirar el tesoro y enviarlas a Londres.
Meses atrás, un representante del Gobierno británico reiteró que Lord Elgin contaba con el permiso de la autoridades otomanas para llevar los mármoles del Partenón legalmente a Londres. En respuesta, Zeynep Boz, funcionaria de Gobierno de Turquía especializada en contrabando cultural, aseguró que no se ha encontrado ningún documento histórico que lo acredite.
Museo Británico, dispuesto a "prestar" las piezas
Actualmente, el Museo Británico tiene 15 metopas, 56 relieves del friso principal y 19 esculturas, además de cariátides, vasos y otros objetos pertenecientes al Partenón, mientras que en la Acrópolis solo se exhiben réplicas. Grecia considera que Elgin se hizo con aquel tesoro de forma ilegítima y exige su repatriación. Sin embargo, Londres insiste en que este fue conseguido de forma legal, por lo que se considera su auténtico dueño.
En 2022, el presidente del Museo Británico, George Osborne, se mostró dispuesto a "permitir" que los mármoles se exhiban un tiempo en Grecia y después regresen a Reino Unido. "Creo que es posible llegar a un acuerdo para contar su historia tanto a Atenas como a Londres si lo abordamos sin condiciones previas ni demasiadas líneas rojas", dijo en entrevista para un programa de radio.
Lo cierto es que, al final, todo se reduce a un tema monetario. Para el Museo Británico, los restos del Partenón representan uno de los atractivos turísticos más importantes, por lo que será difícil que ceda a las exigencias de Grecia.
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