Hablar de Motorola y teléfonos de gama alta es complicado. Sabemos que la compañía ha estado tratando de conquistar ese mercado desde hace algunos años, pero lo hacen de una manera diferente al resto de las empresas: apostando por una excelente experiencia de usuario y precios realmente competitivos.
El Moto X 2013 fue la primer muestra de ello, un móvil con especificaciones técnicas discretas pero que se podía codear con la gama alta en temas de rendimiento, soporte, y experiencia de usuario; en 2014 tuvimos el Moto X de segunda generación, que ya apostaba por una buena ficha técnica (pero aún con algunas carencias frente a la competencia) manteniendo como objetivo la buena experiencia de usuario; y ahora en 2015 tenemos al Moto X Style.
Esta tercera generación de Moto X (que por cierto, se acompañó del Moto X Play que hace poco analizamos) llega al mercado como un tope de gama —en su hoja de especificaciones—, con mejoras donde han flojeado versiones anteriores, y con la promesa de ofrecer una experiencia lo más cercana a un móvil con Android puro.
Desde hace unos días tenemos el móvil en nuestras manos, así que continuación los dejamos con el completo análisis del Moto X Style.
Especificaciones técnicas
Como es costumbre, iniciamos este análisis con un repaso por todas sus especificaciones técnicas. Para ello preparamos una tabla para resumirlas:
Motorola Moto X Style | |
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Dimensiones físicas | 153.9 x 76.2 x 11.06 milímetros |
Peso | 179 gramos |
Pantalla | 5.7 pulgadas con Corning Gorilla Glass 3 |
Rsolución | 1440 x 2560 pixeles (520 ppi) |
Procesador | Snapdragon 808 hexa core a 1.8 GHz |
RAM | 3GB |
Memoria | 32GB/64GB, ampliable vía microSD hasta 128GB |
Batería | 3000 mAh |
Cámaras | 21 megapixeles + frontal de 5 megapixeles (con flash) |
Sistema Operativo | Android 5.1.1 Lollipop |
Conectividad | WiFi 802.11 b/g/n/ac, 4G LTE, Bluetooth 4.1 LE, GPS, NFC |
Precio | 8,499 pesos |
Diseño
Motorola vuelve a la carga con sus líneas de diseño y materiales discretos que, aún cuando no están a la altura de otros gama alta, se han convertido en una seña de identidad para la marca. En concreto el diseño es una combinación de lo que vimos el año pasado junto a las líneas de sus modelos 2015.
La parte trasera vuelve con esa enorme curvatura, que si bien lo hace sentir un poco grueso en el centro, es muy ergonómico y cómodo para la mano. Todo el marco es metálico, así como la placa que resguarda el sensor y el logotipo de la firma —esto es una novedad de todo su catálogo de este año.
Como era de esperar, este móvil llega acompañado de la plataforma Moto Maker, la cual nos permite seleccionar un montón de opciones de personalización, incluyendo el color de frontal, el color de los acentos, y el material de la tapa trasera. Este último apartado es el que más, y mejores, opciones tiene.
Motorola nos dio oportunidad de personalizar nuestra unidad de prueba, y decidimos ponerle un frontal blanco, acentos en Gris oscuro y una trasera en madera de Bambú. Esta última decisión fue para proporcionar nuestras impresiones de dicho material; de antemano sabemos que muchos dudan ponerle madera al móvil, principalmente por el tacto que podría tener, pero confirmamos que es de buena calidad y cae muy bien, tanto a la vista como a la mano.
En las opciones de personalización también se nos da oportunidad de colocarle un grabado a la parte trasera, por supuesto, con un límite de caracteres. Dicho grabado no es con tinta, sino un pequeño tallado que evitará que con el desgaste normal se borre. El tamaño de la letra es bueno, y su posición ideal. En general muy discreto.
Dejando a un lado la parte trasera, ahora hablaremos del frontal. En este Moto X Style la compañía decidió montarle una gran diagonal, pero aprovechando mejor su superficie total gracias a la disminución del tamaño de sus marcos.
Si están acostumbrados a utilizar móviles con pantallas de gran tamaño, desde la primera vez que toquen este smartphone se darán cuenta del excelente trabajo que ha hecho la firma para disminuir sus dimensiones y hacerlo muy manejable. Si lo comparamos, por ejemplo, con el Nexus 6, este Moto X Style se siente mucho más pequeño aún cuando la diferencia de tamaño (de su pantalla) apenas es de 0.3 pulgadas.
Esta diferencia de tamaño no sólo se percibe en la altura, sino también en la anchura. Sus 76.2 milímetros de ancho nos permiten manejarlo bien con una mano, aunque lo ideal es hacerlo con dos —esto para no tener que hacer malabares peligrando a que lo soltemos.
Motorola sigue siendo continuista con el diseño de sus móviles, si en generaciones anteriores les resultó perfecta esta combinación de metal, una curva trasera, y opciones de personalización, no tendrían por qué cambiar de estrategia. Aunque si comparamos su diseño con el de otros gama alta, vemos que aún cuando tienen un aspecto bastante robusto, les falta una pizca de premium. Sin embargo, con la extravagancia de la madera eso se puede compensar.
Pantalla
Motorola nunca se ha caracterizado por montar excelentes paneles en sus móviles, ya que se conforman con ponerles uno que resulte suficiente y que cumpla perfectamente con su cometido: mostrar la interfaz del sistema operativo.
No obstante, la compañía ha realizado algunos cambios en este modelo para que se puede diferenciar de su antecesor. El más notable de ellos es la apuesta por un panel LCD en vez de un AMOLED; eso sumado a su mayor tamaño y a la nueva resolución, implica que estamos ante una pantalla totalmente diferente a la del Moto X 2014.
El panel muestra buenos colores, tiene amplios ángulos de visión, y su nitidez (con esos 520 pixeles por pulgada) es la adecuada para entrar a competir en la gama alta. Como lo decíamos, no existe un factor que diferencie a esta pantalla respecto a las de la competencia, pero cumple bien con su función.
Agradecemos que se haya agregado el ajuste “Modo Color” ya que en éste podremos elegir entre dos opciones para mostrar los colores: una normal apuntando a colores realistas y una brillante que satura todas las tonalidades. Nosotros nos quedamos con la opción brillante, ya que los negros mejoran ligeramente su profundidad.
Su brillo máximo se queda cerca de los 700 nits, una cifra excelente si deseamos utilizar el móvil bajo la luz del sol, aunque para llegar a ella debemos desactivar “Brillo automático”. Por otro lado su brillo mínimo, de sólo 1 nit, es excelente si usualmente utilizamos el móvil en plena obscuridad.
Rendimiento y autonomía
El hardware de la gama alta de este año, y parte del siguiente, ha sido definida desde hace unos meses. Sin embargo, muchas marcas han decidido, o apostar por un chipset de fabricantes diferentes a Qualcomm —que era quien siempre tenía la mayor parte del pastel— o utilizar un modelo ligeramente menor al insignia.
Motorola ha tomado la segunda decisión. En vez de montarle el chipset de más alta gama a su Moto X Style, están apostando por un Snapdragon 808 que se acompaña, eso sí, de 3GB de RAM y un almacenamiento de 32 o 64GB más ampliación vía microSD.
Esta combinación de hardware, sumado a una casi perfecta optimización de software, ofrecen los resultados esperados por muchos: una excelente experiencia de usuario, rendimiento más que aceptable en cualquier tarea, y un control adecuado del calor producido.
La apertura de aplicaciones, el cambio entre ellas, la ejecución de juegos, y en general todo el sistema se mueve de forma casi perfecta. De hecho podemos asegurar que este Moto X Style es el claro ejemplo de cómo un hardware un paso abajo del tope de gama más una excelente optimización de software son los ingredientes perfectos para ofrecer una muy buena experiencia.
Para quien ande en busca de números para comparar, aquí dejamos con un gráfico en el que comparamos los resultados de AnTuTu con otros smartphones del mercado:
En este mismo apartado hablaremos de la autonomía. Recordemos que el Moto X Play destacó especialmente en este apartado —y claro que lo tenía que hacer con una batería de 3600 mAh—, sin embargo, el Moto X Style se mantiene en la media de lo que todos los fabricantes ofrecen.
Por supuesto, hay un incremento en la capacidad respecto al modelo del año pasado, no obstante, el aumento de tamaño de pantalla y el aumento de resolución no permiten que su autonomía sea un apartado relevante. En cifras concretas, el móvil pudo terminar a una jornada laboral con un 10% de su batería (pero la cifra podría variar dependiendo del uso).
Lo que sí destacaremos es la integración de su sistema de carga rápida. Si la batería está totalmente descargada, podemos llegar al 20% de su capacidad en menos de 10 minutos, aunque es más interesante saber que en menos de 80 minutos (en nuestro caso, 77 minutos exactamente) la batería se cargó por completo.
Para hacer uso del sistema de carga rápida, o TurboPower como lo llama Motorola, tenemos que contar con un cargador compatible para tal función. Lo mejor de todo es que la compañía incluirá uno —con esta tecnología— en la compra del móvil.
Como lo revisamos en su apartado de diseño, en el frontal el móvil incluye dos pequeñas secciones en el lado superior e inferior de la pantalla, aunque en este caso las dos no son sólo adornos (como en la mayoría de la línea Moto de 2015), aquí tendremos un par de altavoces estéreo.
El sistema de sonido del móvil es respetable, la calidad no es la mejor pero si está un poco encima de lo que usualmente nos encontramos en modelos de gama alta. Lo más destacable del apartado es la potencia, al tener dos altavoces el nivel del audio es elevado y adecuado si estamos en un cuarto pequeño y deseamos escuchar música sin audífonos. Claro, el que estén en el frontal, y no en la parte trasera, también es un plus.
Cámara
Nadie puede negar que la firma ha venido flojeando en el apartado fotográfico desde que dio a luz a su gama Moto. Sí, han querido dar pequeños toques de identidad —el Moto X 2014 y su flash en un anillo alrededor del sensor fueron prueba de ello— además de impulsar el minimalismo con su aplicación nativa, pero nunca han podido ser relevantes con las cámaras de sus móviles.
Para este Moto X Style la compañía quiso apostar por algo mejor, con mayor resolución y mayor rendimiento. En concreto estamos ante un sensor de 21 megapixeles, con apertura f/2.0, y un flash dual. ¿Sus resultados? a continuación dejamos algunas fotos tomadas con el móvil:
Como vemos en las muestras, bajo escenas con buena luz obtenemos capturas con excelentes detalles, gran nitidez y buena reproducción de color. Además, es inevitable no destacar el gran rendimiento en captura de macros, no existe un modo específico para estas tomas, pero tan sólo con acercar el móvil a un objeto (pero acercarlo de verdad, a poco menos de 10 centímetros) la aplicación lo enfocará y nos permitirá tomar la foto.
En escenas con baja luz encontramos el clásico ruido resultado del necesario procesado de imágenes. No podemos catalogarlo como el peor móvil para escenas nocturnas, pero tampoco es una de sus mayores cualidades.
Además del especial énfasis en la cámara principal, Motorola le está dando un impulso a la toma de selfies sumando un flash LED a la cámara frontal. Es un plus interesante para todos aquellos amantes de los autoretratos, sin embargo, no es un factor decisivo para considerar en el proceso de compra. Bajo buena luz los resultados son aceptables, pero en plena obscuridad se captura mucho ruido, aunque el flash ayuda.
Software
Como es usual en toda la línea Moto, es poco lo que podemos hablar del software ya que el Moto X Style ejecuta Android 5.1.1 sin ninguna personalización de interfaz. Tan sólo tenemos una serie de aplicaciones propietarias de Motorola, las cuales en vez de ser sólo un relleno aportan funcionalidades útiles.
Tenemos el clásico asistente de migración, Connect, y la aplicación Moto desde la que podremos administrar los gestos, la pantalla de notificaciones, Moto Voz, y Asist. Todas las funciones están centradas en apoyar la interacción con el teléfono, aunque si deseamos podemos prescindir de ellas desactivándolas desde la misma aplicación.
Si miramos con detalle el frontal del terminal veremos un par de sensores en la parte inferior para ayudar con el control de algunos gestos, como el que permite encender la pantalla Moto al acercar la mano.
Al ser, hasta ahora, el buque insignia de Motorola podemos asegurar que éste será el primer móvil de su catálogo en recibir una actualización a Android 6.0 Marshmallow. Conocemos la lista de modelos que se actualizarán, y este Moto X Style la encabeza.
La opinión de Xataka México
No cabe duda que en este 2015 la gama alta en Android tiene competidores bastante fuertes; podemos comparar entre estos sus especificaciones, cámaras, autonomías y experiencia de usuario, sin embargo, al menos en nuestro país, le tomamos especial importancia a la relación calidad-precio, y es ahí a donde Motorola está mejor parado con este Moto X Style.
Sus armas: un diseño robusto (con marco de metal y alta personalización), rendimiento sobresaliente en cualquier situación, y la última versión de Android instalada. No obstante hay varios apartados, que si bien no son malos, no sobresalen de lo que actualmente ofrecen otros móviles del mercado: como su cámara y autonomía.
Nuestra conclusión, después de pasar poco más de una semana usándolo como teléfono principal, es que si buscan un smartphone que cumpla en todos los apartados, opten por él. No tiene algún factor o funcionalidad que arranque suspiros —tal vez el montarle una tapa trasera de madera, aunque elevaría su precio— pero nos ofrece una experiencia sólida en la mayoría de apartados, y todo por 8,499 pesos.
Con ese precio es difícil encontrarle un competidor, pero desgraciadamente por unos pesos más sí encontraremos móviles que lo superen. Al menos dentro del catálogo actual de Motorola, el Moto X Style es el mejor de todos.
8.8
A favor
- Diseño: robusto y con buenas dimensiones para una enorme pantalla. Moto Maker
- Pantalla con excelente brillo.
- Rendimiento notable.
- Buena relación calidad-precio.
En contra
- El apartado fotográfico sigue sin sobresalir.
- Pobre autonomía.
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