El iPad Air, después de haber sido rescatado de las cenizas, se está convirtiendo en una pieza clave en el catálogo de tablets de Apple, y este año más que nunca. Tuve oportunidad de probar por unos días el iPad Air 2020, que viene a ser prácticamente un iPad Pro “menos caro”: hereda el diseño sin botón de inicio, tiene el hardware más potente jamás creado por Apple e incorpora un método de autentificación biométrica en una posición casi única entre todo el catálogo de dispositivos de la compañía.
Especificaciones técnicas
iPad Air (2020) | |
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Pantalla | 10.9 pulgadas |
Procesador | Apple A14 Bionic |
RAM | 4 GB |
Almacenamiento | 64 / 256 GB |
Cámara trasera | 12 MP f/1.8 |
Cámara frontal | 7 MP f/2.2 |
Batería | 28,6 Wh |
Sistema operativo | iPadOS 14 |
Conectividad | Wi-Fi 6 |
Dimensiones y peso | 247.6 x 178.5 x 6.1 mm y 458 gramos |
Otros | USB-C, Touch ID en el botón de inicio |
Precio | Wi-Fi desde 16,499 pesos |
A la vista, es un iPad Pro
Sus líneas de diseño son tan diferentes, pero a la vez familiares. Diferentes si lo comparamos con su antecesor, pero familiares si lo ponemos a un lado del iPad Pro. Predominan las líneas rectas en todo su marco, y además ahora encontraremos una simetría alrededor de la pantalla.
El cambio más radical, está en la eliminación del botón de inicio. El iPad Air se suma a la moda este 2020 y apuesta completamente por los gestos. Y me gusta. iPadOS ha implementado de forma casi perfecta la interacción con su interfaz por medio de gestos, se siente natural y hace que no extrañemos para nada el botón físico al centro de la pantalla.
Creo que todos pensaríamos que, si no hay botón de inicio, FaceID está siendo el método de identificación biométrica del dispositivo. Pero no. Apple quiere que el reconocimiento facial 3D quede como exclusivo de los modelos Pro y aquí mantiene un sensor de huellas dactilares, aunque en una posición inusual: en el botón de encendido.
En la parte superior del iPad Air encontramos el botón de encendido/suspensión y ahí mismo estará el sensor de huellas. Su funcionamiento es similar al de otros sensores de la gama alta actual: es rápido y precioso, bastará con colocar el dedo y la identificación será inmediata.
No negaré que el reconocimiento facial se me hace mucho más cómodo, y específicamente FaceID es bastante eficiente. Así que me costó un poco de trabajo acostumbrarme a la nueva posición del sensor de huellas, pero lo logre. Si somos de los que siempre desbloqueamos los dispositivos presionando el botón de encendido, todo será natural.
Una pantalla que por fin reduce los marcos, pero no los elimina
Como he dicho, el frontal pasó por el tremendo cambio de reducir y hacer simétricos todos los marcos, dejando ahora un panel completo de 10.9 pulgadas. Apple llama a la pantalla Liquid Retina, pues es un LCD IPS con 2360 x 1640 pixeles y una densidad de 264 ppi.
Sobre el papel la pantalla es muy parecida al iPad Pro de 11 pulgadas, pero hay una diferencia importante a destacar: la tasa de refresco.
Los iPad Pro implementan Pro Motion, el nombre de marketing que le dan a la tasa de refresco de 120Hz, y la cual, desgraciadamente no tenemos en el iPad Air de este año. Aunque sí ganamos el True Tone, tecnología que ajustará el brillo y temperatura de color de acuerdo a la iluminación ambiente donde estemos.
La calidad general de la pantalla es buena. Tanto en colores, ángulos de visión y respuesta táctil. Claro que está lejos de ofrecer los negros perfectos de un panel OLED, pero lo bueno es que tiene soporte para el espacio de color P3.
Creo que es momento de que Apple empiece a dar el salto a las pantallas OLED y a una mayor densidad de pixeles en sus tablets. Ya lo ha dado con toda la generación del iPhone este año,, así que al menos con los modelos Pro debería empezar.
Uno de los mejores procesadores móviles ahora es aún mejor
Más allá del gran rediseño, las mejoras en la pantalla o esa tan extraña posición del sensor de huellas, el iPad Air 2020 tiene una de los elementos más importantes en su interior. Su nombre es A14 Bionic y es, a día de hoy, uno de los chips más avanzados del mundo.
La clave está en su proceso de fabricación, 5nm, que según las cifras de Apple le permite tener 11.8 mil millones de transistores. Que por supuesto, permiten que haya un aumento en rendimiento pero, sobre todo, mejoras en la eficiencia energética.
El CPU tiene un arreglo de seis núcleos, con dos de ellos enfocados a las tareas de alto rendimiento y los cuatro restantes a eficiencia energética. Según la compañía es un 40% más potente pero, ojo, comparado con el Apple A12 Bionic del iPad Air anterior.
Los complementos de este CPU son: una GPU de cuatro núcleos, así como un nuevo Neural Engine ahora con 16 núcleos capaz de realizar hasta 11 billones de operaciones por segundo. Claro, esto según cifras de la compañía.
Todo esto se traduce en un rendimiento espectacular. Cada vez es más difícil diferenciar qué tan potente es respecto a generaciones anteriores, pero la ejecución de juegos y benchmarks nos dan la oportunidad de comprobarlo.
Ejecuté Geekbench 5 y la puntuación que obtuve fue:
- 1591 en single-core
- 4347 en multi-core
En lo que respecta a juegos, el que para mí ahora mismo se puede considerar un benchmark es Genshin Impact, un nuevo free-to-play RPG de acción de mundo abierto. Una vez instalado la configuración, gráfica que sugiere es la “Alta” con los fps limitados a 30. Sin embargo, pude subir la configuración gráfica a “Muy alta” y a 60 los fps, y el juego se ejecutó sin complicaciones.
Claro que esto tiene un impacto en la batería, y además empecé a notar calentamiento en una de las zonas traseras. Algo lógico pues la carcasa de aluminio sirve como disipador de calor en estos casos de exigencia máxima.
Por fin, otro iPad con USB-C
En torno a la batería no hay sorpresas. Estuve usando el dispositivo de forma ocasional, nunca en una jornada completa, pero creo que la cifra que promete Apple de "usarse por hasta 10 horas" se puede cumplir sin problemas.
Aunque aquí entra en juego otro elemento importante. Por fin tenemos un segundo dispositivo del ecosistema iOS-iPadOS con USB-C. El rediseño del iPad Air le ha permitido ganar la incorporación de este puerto mucho “más universal”.
Su función primordial es la de puerto de carga, sí incluye un aceptable cargador de 20W, pero también permitirá conectar otro tipo de dispositivos y accesorios. Por ejemplo, podemos conectar una memoria USB, una cámara e incluso hasta una pantalla externa y es capaz de mandar señal de video en resolución 4K.
Claro que para aprovechar algunos de estos casos, habrá que hacer uso de adaptadores o cables específicos, pero es mucho más sencillo encontrar, por ejemplo, en Amazon un cable de USB-C a HDMI, que uno de Lightning a HDMI.
Apple también está manteniendo el soporte para accesorios que ya vimos en los iPad Pro. El Apple Pencil de segunda generación es compatible con este iPad Air, también podemos usar el Magic Keyboard si queremos sacarle provecho al soporte para “ratón” de iPadOS o el Smart Keyboard Folio si lo que buscamos es tan solo un teclado. Lo malo es que, todos estos accesorios se venden por separado.
Hay un par de cámaras, pero creo que están ahí más por cumplir para videollamadas o alguna foto ocasional. Tanto el sensor principal, de 12 megapixeles con apertura f/1.8, como el secundario, de 7 megapixeles, tiene un rendimiento aceptable en zonas con suficiente luz, pero cuando nos vamos a interiores empezamos a notar un montón de grano en las fotos. Está lejos de ser un dispositivo fotográfico.
El sistema de sonido se compone de un par de altavoces. Pese a tener agujeros en las cuatro esquinas, solo dos de ellos son los que emiten audio. Algo curioso pues la mejor forma de aprovechar el sonido es sosteniendo el iPad Air de forma horizontal, si lo usamos de manera vertical, tenemos sonido arriba y abajo, pero cargado hacia uno de los laterales.
iPadOS sigue siendo, aún, muy iOS
iPadOS 14 es la versión que viene precargada en el dispositivo, así que sacándolo de la caja podremos disfrutar de todas la novedades que incorpora. Como los widgets totalmente rediseñados que pueden vivir en la página de inicio (esto ya se podía hacer con versiones anteriores).
También hay nuevos menús desplegables a la izquierda de algunas apps preinstaladas y por fin las llamadas de FaceTime no ocuparán toda la pantalla: ahora pasarán a una tarjeta desplegable en la parte superior, los mismo sucede con la nueva interfaz de Siri que ahora solo aparece una animación en una de las esquinas y también con la búsqueda rápida.
El Apple Pencil recibe una mejora específica con iPadOS 14: ahora podremos dibujar elementos a mano alzada, como líneas o figuras geométricas, y se reconocerán y mejorarán de forma automática. De ahí, se suman todas las características que ya vimos en iOS 14 y que también están en los iPhone.
Creo que sobra hablar del enorme ecosistema de apps bajo el que se sustenta cualquier iPad. Me atrevería a decir que la mayoría de apps populares tienen un gran adaptación para el tamaño de su pantalla y, sobre todo, para sacarles el mayor provecho si están enfocadas a la productividad.
iPadOS es un gran avance en torno a la productividad, y el soporte nativo para ratón, eleva las posibilidades de usar el iPad Air 2020 para trabajar. Pero después de haber probado las soluciones que propone Microsoft con las Surface, que están enfocadas en crear contenido ofreciendo un sistema operativo completo, siento que a todos los iPad les queda aún un camino que recorrer.
La opinión de Xataka México
Como dije al inicio de este análisis, el iPad Air resurgió de la cenizas para convertirse en una pieza clave del catálogo de Apple. Buscar ser un punto intermedio entre el modelo Pro y el iPad normal, lo cual tanto en la práctica como en el papel, lo logra.
Ganamos ese preciado rediseño con una optimización del frontal, un mínimo grosor y la potencia del primer chip fabricado bajo un proceso de 5nm. Pero perdemos el sistema de cámaras que tenemos en sus hermanos mayores, así como la pantalla a 120Hz.
Lo malo que este punto medio no existe en sus precios. El iPad Air cuesta casi el doble que el iPad de octava generación, y por otro lado está muy cerca del iPad Pro. Son 16,499 pesos por el modelo de 64GB, así que habrá que poner sobre una balanza lo que ganamos, o perdemos, si nos vamos ya sea por su hermano mayor o el menor.
Pero en general, me emociona la apuesta del iPad Air 2020, pues está inaugurando un camino que inevitablemente también tomará el iPad normal: se olvidará del botón de inicio y por fin pasará por un completo rediseño. La duda es, cuándo sucederá.
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