El mercado de los yates de lujo ha experimentado un auge sin precedentes tras la pandemia. Mientras los astilleros luchan por cumplir con la demanda, una nueva tendencia emerge: los submarinos de lujo. La empresa Migaloo Submarines lidera esta revolución con su proyecto más ambicioso hasta la fecha: el Migaloo M5, un híbrido entre yate y submarino.
El concepto de los submarinos de lujo no es del todo nuevo. Hace tiempo que algunas compañías los diseñan y fabrican. Sin embargo, Migaloo busca llevar la idea más allá con una embarcación que mezcla las características de los yates con las de los submarinos. “Creemos que los megayates sumergibles son el futuro de la navegación”, dicen sus fundadores, Christian Gumpold y Christopher Gloning.
Un megayate que se sumerge
La compañía austriaca lleva más de una década perfeccionando su concepto, combinando el lujo de un megayate con la capacidad de inmersión de un submarino. El resultado es una embarcación diseñada para ofrecer la máxima privacidad y opulencia, lo que permite a sus dueños explorar las profundidades del océano con total comodidad.
El Migaloo M5 es un verdadero coloso de las aguas. Con 165.8 metros de eslora, 23 metros de manga y un calado de 8.6 metros, tiene una autonomía estimada de 15,000 kilómetros gracias a su propulsión híbrida y puede permanecer sumergido hasta cuatro semanas. Su velocidad máxima es de 20 nudos (37 kmh) en superficie y 12 nudos (22 kmh) bajo el agua.
El interior del M5 está diseñado para albergar hasta 40 personas, incluyendo la tripulación, y ofrece comodidades que rivalizan con los hoteles más lujosos. Cuenta con internet satelital, cine, muros interactivos y una pista de aterrizaje para helicópteros. Además, dispone de espacio para minisubmarinos, motos de agua y equipos de buceo.
Un lujo al alcance de unos pocos
Gumpold ha señalado que los compradores podrán elegir en qué astillero se construirá su submarino, aunque recomiendan que sea en Alemania. Además, la empresa se encargará de representar a los futuros propietarios y supervisar todo el proceso de fabricación.
Con todas estas características, no es de extrañar que el Migaloo M5 tenga un precio tan elevado que solo unas pocas personas pueden pagar. Esta embarcación cuesta nada menos que 1,800 millones de euros (más de 39 millones de pesos). Ahora el reto será encontrar clientes dispuestos a invertir cientos de millones en una embarcación capaz de romper todos los esquemas.
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