Las películas de superhéroes no son nuevas en el cine, si bien Marvel y DC en las últimas dos décadas lograron crear un género con tantas producciones, es una realidad que muchos años antes ya se contaban con este tipo de historias. Hoy toca contarles de Superman, una saga que comenzó en 1978 con Christopher Reeve como su protagonista.
Las primeras dos películas fueron un éxito, mientras la tercera fracasó de tal manera, que su productora decidió vender sus derechos al considerar que ya no tenía más futuro. Fue en ese momento que entró Cannon Films con una de sus propuestas más arriesgadas.
El cambio de estrategia
Para los que no estén familiarizados, Cannon Films se fundó en 1967, pero fue comprada en 1979 por dos primos israelíes para mantener su estrategia de distribuir películas extranjeras y de serie B en Estados Unidos, producciones con presupuestos muy bajos con potencial para generar ganancia.
Entre su historial, pueden presumir El ninja americano, El vengador anónimo con Charles Bronson o Contacto Sangriento con Jean-Claude Van Damme, curiosamente nunca fueron exitosas en la taquilla, pero su verdadero negocio fue en los videoclubs de aquella época.
Con esa fama y dinero quisieron más y fue cuando decidieron cambiar su estrategia para hacer una película ambiciosa que en este caso era Superman IV. El acuerdo fue de 5 millones de dólares y la promesa era una producción con un presupuesto de 36 millones. Lograron convencer al mismísimo Reeve, pero solicitó tener mayor control del guion y la dirección.
El actor creía que dicho personaje tenía una influencia muy grande en el sector más joven, por lo que decidió dar un mensaje más “profundo”. Con esa idea, escaló la trama con un tono más político, donde Superman tenía que enfrentar el problema de las armas nucleares, situación que estaba en la conversación en aquella época por la Guerra Fría.
Después de convencer a los productores, se enfrentaron a un problema más grande y eran las dificultades financieras por otros proyectos que fracasaron, esto provocó que vendieran derechos de futuras películas, incluyendo Superman IV, a otros distribuidores que no aceptaron el presupuesto tan alto y solicitaron un recorte.
Nadie se puede resistir a He-Man
Es en ese punto donde entra He-Man con una franquicia que nació como juguetes y que revolucionó la industria, provocando que Mattel creará más productos fuera del plástico, es aquí donde entra la película Los amos del universo que también fue adquirida por Cannon Films.
Lamentablemente los productores no comprendieron el concepto de la serie, creando algo totalmente diferente. En lugar de encontrar a los personajes en el mundo de fantasía de Eternia, decidieron colocar a He-Man en la tierra, donde tenía que recuperar de la mano de unos jóvenes un artefacto llamado La Llave Cósmica.
"He-Man viaja a la actual California para recobrar la Llave Cósmica antes de que caiga en las manos del malvado Skeletor".
Esa decisión fue justificada para ahorrar dinero, gastando menos en efectos especiales que eran muy caros en aquella época. Para rematar, decidieron contratar a Dolph Lundgren como protagonista, reconocido por su papel de Ivan Drago en Rocky IV, el detalle es que no hablaba bien inglés y tuvieron que usar a un actor de doblaje.
El golpe final para que esto fuera un desastre es que necesitaron reducir el presupuesto de otras películas para mantener Los amos del universo, es donde volvemos a conectar con Superman IV que de los supuestos 36 millones planeados, solamente terminaron en 17 millones, afectando la calidad de toda la película por los recortes inesperados.
Los resultados ya los pueden imaginar, Superman IV se estrenó en 1987 y recaudó 36 millones, una cifra lejos de las expectativas que habían creado. Los amos del universo se estrenaron ese mismo año y de los 22 millones que costó, sólo logró 17 millones en la taquilla. Un rotundo fracaso.
Christopher Reeve mostró su desilusión con todos los cambios realizados y que no estaban planeados originalmente, lamentando toda la situación hasta el momento de su fallecimiento.
En el caso de Cannon Films, estuvo al borde de la quiebra después de esas películas, después intentaron regresar con sus franquicias conocidas para hacer secuelas, pero no les funcionó. Fue hasta 1994, cuando la empresa se declaró en quiebra y se terminó una historia donde Superman y He-Man fueron derrotados ante una productora de cine.
Superman IV se puede ver por Max y Los amos del universo en Prime Video.