En la noche del 27 de abril de 2017 el Senado de la República aprobó que la Secretaría de Gobernación tenga la capacidad de vigilar todo el contenido que aparecen en los videojuegos distribuidos en México, además de poderlos clasificar para despejar la mayor cantidad de dudas al adquirir un título.
En su momento mencionamos que ya existe una empresa encargada de realizar la clasificación en Estados Unidos y que se veía reflejada en todas las cajas de videojuegos, inclusive no es algo nuevo, ya tienen más de dos décadas realizando esa labor. Pero el dictamen aprobado por el Senado tiene detalles relevantes más allá de una simple clasificación de un juego y que valdrá la pena de mencionar.
Buscando generar una corresponsabilidad entre las autoridades y los padres de familia
El artículo 27 en su fracción XL indica que la Segob vigilará las publicaciones impresas, transmisiones de radio y televisión, así como las películas y los videojuegos para que se mantengan dentro de los limites del respeto a la vida privada, a la paz y a la moral pública, a la dignidad personal y al interés superior de la niñez, y no ataquen los derechos de terceros, ni provoquen la comisión de algún delito o perturben el orden público.
Para el artículo 69 Bis, se menciona que la Segob expedirá los lineamientos con los criterios de clasificación de los videojuegos que se distribuyan, comercialicen o arrienden por cualquier medio y vigilará su cumplimiento. En el caso de los distribuidores deberán imprimir o adherir en la portada y la publicidad la nueva clasificación.
Las tiendas no podrán publicitar o exhibir juegos que no tengan la clasificación visible como señala los lineamientos, además de que estarán obligados a exigir a las personas que quieran títulos para adultos, que acrediten su mayoría de edad. En el caso que incurran alguna infracción señala el artículo 149 que los implicados recibirán multas de hasta mil quinientos días de salario mínimo.
En el contenido de la iniciativa se menciona la relevancia de los videojuegos en los últimos años, convirtiéndolo en una actividad diaria de ocio para todas las personas, pero en el caso de los niños, niñas y adolescentes terminan siendo una gran influencia, es por ello que buscan tener un control en el contenido que reciben.
Ya han existido estudios tales como el de la Universidad de Missouri que concluyó que los efectos de los videojuegos violentos eran más dañinos que las películas y programas de televisión violentos, ya que los videojuegos son interactivos y requieren que el jugador se identifique con el agresor.
La documentación que presentaron fue una encuesta de 2012 por parte de Consulta Mitofsky, indicando que en cada seis hogares en México existe por lo menos una consola de videojuegos, sin mencionar otro tipo de dispositivos como podrían ser los móviles, además de presentar un par de estudios que mencionan la posibilidad de incrementar los pensamientos y comportamientos agresivos por jugar de manera regular videojuegos.
Pero aún existen dos pasos muy importantes para que se haga oficial la regulación de videojuegos en México, primero necesitará la aprobación en la Cámara de Diputados y que el poder Ejecutivo la publique en el Diario Oficial de la Federación, en el caso que logre pasar esos dos filtros la Segob tendrá un plazo de 80 días para presentar los lineamientos del artículo 69 Bis de la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes.
Por último los distribuidores, comercializadores y arrendadores de videojuegos tendrán el mismo periodo de tiempo para tomar las medidas necesarios con los videojuegos clasificados como exclusivos para adultos, para que no sean vendidos a personas que no acrediten su mayoría de edad.
El verdadero cambio no llegará en una etiqueta
Más allá de pensar en si es correcta o no la decisión de regular el contenido de los videojuegos en México, existen varios puntos que debemos considerar, como la posibilidad de que el proceso de clasificación pueda demorar los lanzamientos, provoque censura o en su defecto incrementen los precios por este proceso extra.
También se deberá definir si este tipo de regulación aplicará para los mercados digitales, aún tenemos muchas dudas que se podrían aclarar con el paso de las semanas, en el caso que se le de el visto bueno y aparezca en el Diario Oficial de la Federación.
Pero más allá de las regulaciones que busquen poner, la responsabilidad no solamente recae en una clasificación, nosotros también debemos modificar nuestra mentalidad, aprender a respetar este tipo de lineamientos, vengan de la Segob o de la ESRB, comprender que los llevan un proceso de clasificación muy profundo, dando las recomendaciones necesarias para que podamos estar consientes del contenido que vamos a consumir.
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