La llegada de la Inteligencia Artificial ha impactado muchos sectores, y uno de ellos es el de los discos duros de almacenamiento. Con la popularización de esta tecnología, tanto los SSD como los HDD han sufrido un aumento de precios debido a la demanda de espacio para guardar los modelos, con un incremento de más del 10% en los últimos seis meses.
Aunque estas son las opciones más prácticas y populares, no son las únicas disponibles. Una vieja alternativa sigue teniendo relevancia, en gran parte, por la cantidad de contenido que son capaces de almacenar: las cintas magnéticas.
Para los lectores más jóvenes, las cintas magnéticas son un medio de almacenamiento similar al de los discos duros sólidos o mecánicos, pero con varias diferencias sustanciales. Son más lentos y frágiles que sus contrapartes modernas.
Actualmente, se piensa en los SSD cuando se busca rapidez, y en los HDD cuando se necesita mayor capacidad de almacenamiento, dejando así de lado la opción de las cintas magnéticas.
Sin embargo, hay evidencia de que este sistema de almacenamiento no está completamente olvidado, sino que, al contrario, aún se sigue utilizando.
Las cintas magnéticas, en datos
De acuerdo con el sitio PC Gamer, en 2023 se enviaron casi 153 exabytes de información usando este sistema de almacenamiento, un aumento del 3% en relación con 2022.
En gran medida, esto se debe a que empresas como HP, IBM y Quantum aún confían en las posibilidades de este tipo de unidades, específicamente con un formato llamado Ultrium LTO (Linear Tape-Open).
Este sistema de cartuchos de cinta magnética, a pesar de su fragilidad, lentitud y estructura lineal, que hace imposible leer de forma aleatoria el contenido, es capaz de almacenar hasta 18 TB de archivos y de leerlos a una velocidad de 400 Mb/s.
Aunque sus cifras no parecen impresionantes, tienen una aplicación específica: las copias de seguridad de los sistemas y archivos de datos, es decir, en entornos donde las velocidades máximas no son tan importantes.
Otra de sus ventajas es su bajo costo por GB, lo que permite implementarlo a gran escala y a largo plazo, compitiendo directamente con otros métodos de almacenamiento.
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