El nacimiento de una estrella es un evento al que pocas personas pueden decir que han asistido en tiempo real, y justamente, un grupo de astrónomos encabezados por científicos de la UNAM ha presenciado justamente esto.
En una pequeña región llamada W75N (B) -VLA2, existe una estrella en formación expandiéndose a una velocidad que ronda los 30 km/hr. Salvador Curiel y Jorge Cantó del Instituto de Astronomía, junto con Carlos Carrasco-González del Centro de Radioastronomía y astrofísica, estuvieron observando esa región del espacio durante casi 20 años y de pronto... nació una estrella ante sus ojos.
Esta estrella que han observado es ocho veces más grande que el sol y su distancia a la tierra es de 4200 años luz. En 1996 cuando empezaron a observar ese rincón, decubrieron una región compacta, casi esférica hecha de plasma y recubierta por vapor de agua, con el transcurrir del tiempo, esa región comenzó a expandirse en direcciones opuestas hasta tomar una forma ovalada creciendo a una velocidad de 100 mil kilómetros por hora. En palabras de Salvador Curiel:
Nuestros datos confirman que dentro de W75N(B)-VLA2 hay una estrella joven y masiva cuyo viento empuja el material que la rodea y lo lleva a velocidades sorprendentes
Este pequeño rincón del universo seguirá siendo escudriñado, para continuar con su estudio y posteriormente examinar otras áreas que estén pasando por el mismo proceso.
En esta investigación, además de los científicos de la UNAM participan astrónomos de otras latitudes como España, Holanda, Suecia, Corea y Japón.
¡Qué envidia les tengo a esos científicos! Pero por lo pronto, esperemos que el universo siga creciendo y que siga habiendo personas que con tenacidad lo observan para develarnos sus secretos.
Ver 6 comentarios