La bebida alcohólica por excelencia. Sale en la televisión, vemos publicidad de ella en todos lados y hasta hemos visto su evolución a lo largo de los años, pues ya no se acompaña solo con cacahuates o pizza; ahora le añadimos gomitas, tajín, jugo de limón, camarones, clamato, salsa inglesa, chile en polvo y hasta salsa Tabasco. Es la cerveza.
Para quien no la conoce, la cerveza es una bebida alcohólica de sabor amargo, basada en líquido de malta dulce o fermentada y saborizada con lúpulo, fabricada de forma natural. Aunque su origen es desconocido, se estima que viene desde hace más de cuatro mil años, en Mesopotamia, Medio Oriente. La evidencia más antigua de su origen en una tablilla en donde se observa un grupo de personas tomando cerveza de un mismo recipiente.
Es cierto que la cerveza se quema
La respuesta es no, la cerveza no se quema, pero hay truco. La explicación la da la UNAM, quienes afirman que la cerveza no se quema por el cambio de temperatura, como en el ejemplo en que sacas y vuelves a meter una cerveza al refrigerador. Más bien, lo que origina ese intenso sabor amargo, que conocemos como “quemado”, es la luz del sol.
La razón está en la sustancia conocida como isohumulona. Esta sustancia es un compuesto químico que se encuentra en el lúpulo y que le da a la cerveza ese sabor amargo. La también conocida como "ácido alfa" es sensible a los rayos ultravioleta, por lo que si la dejamos expuesta a la luz solar, en donde se inicia una reacción de degradación de las proteínas de la cerveza, generando un compuesto de azufre, conocido como tioles y que huele a pedo de zorrillo y, en consecuencia, ese sabor amargo en la cerveza.

En otras palabras, la cerveza no se quema por sacarla y meterla al refrigerador o por los cambios de temperatura. Más bien es el contacto directo con el sol lo que produce este efecto de sabor amargo intenso. Y esta es una de las razones por las cuales la mayoría de los fabricantes usan una botella oscura para el líquido.
Cómo conservar la cerveza de mejor manera
Si lo que quieres es conservar la cerveza sin que adquiera sabores extraños o haga otros cambios químicos. Es importante señalar que, a diferencia del whisky, el vino o hasta el tequila, la cerveza, aunque no tenga fecha de caducidad, sí tiene una fecha límite para su consumo, y los expertos recomiendan que no exceda el año. Asimismo, las condiciones para conservarla son:
- Guardarla en el refrigerador
- Guardarla en un lugar fresco y oscuro de la casa, como una despensa o un armario
- Evitar que la cerveza esté expuesta a la luz directa
- Evitar que la cerveza esté expuesta a altas temperaturas
- Evitar que la cerveza esté expuesta a cambios bruscos de temperatura
- Almacenar las botellas en posición vertical para evitar la oxidación
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