México es sin duda un gran productor de basura electrónica, anualmente generamos entre 200 y 300 mil toneladas, y este número no hace más que aumentar ya que cada vez es más económico renovar los dispositivos, esta información fue revelada por la Plataforma Regional de Residuos Electrónicos en Latinoamérica y el Caribe.
Si estás en la Cd. de México y tienes basura electrónica en casa, te recomiendo que del 4 al 8 de noviembre te des una vuelta por la Universidad Iberoamericana, quien a través del Programa de Medio Ambiente llevará a cabo la semana de acopio llamada Electro Recicla. Su finalidad es concienciar a la comunidad universitaria y a la sociedad en general del impacto de la basura electrónica. Susana Cruz de la Ibero, compartió que este será el tercer año en que se lleve a cabo esta actividad, y año con año han reunido aproximadamente 700 kilos de desechos eléctricos y electrónicos.
Actualmente hasta un 90% de la basura electrónica llega a tiraderos a cielo abierto, rellenos sanitarios y basureros en general, no se reciclan, solo permanecerán ahí durante varios siglos, pues tampoco se degradan con facilidad.
Esto es perjudicial entre otras razones por la contaminación que genera a los mantos freáticos, al aire y al subsuelo, pero también porque en una tarjeta madre hay minerales y metales valiosos que pueden extraerse y reutilizarse sin seguir sobre-explotando los yacimientos naturales.
De los dispositivos que se junten en la campaña, los que aún tengan vida útil serán puestos en buenas condiciones para donarlos a comunidades que así lo requieran. Y los que no puedan ponerse a trabajar serán procesados por la empresa Ecoazteca quien los destruirá y los confinará en sitios especiales.
Sin duda una de las razones por las que se generan este tipo de residuos es la obsolescencia programada, cada vez nos tardamos menos tiempo en cambiar nuestros teléfonos, tablets y computadoras en general, pero no sólo este tipo de aparatos llegan a la institución, también han recibido planchas, refrigeradores, cables y cargadores.
El tiempo que tuve oportunidad de vivir en España (entre 2001 y 2002), me llamaba mucho la atención que en algunos parabuses había basureros especiales para los residuos electrónicos, recuerdo haber depositado ahí un celular bastante viejo, de esos que jamás vieron la luz en México, y me sigue sorprendiendo que en nuestro país haya realmente pocas compañías especializadas en disponer adecuadamente estos residuos, en materia ambiental, aún nos queda mucho por hacer.
Fuente | El Universal
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