Las investigaciones científicas continúan sorprendiendo gracias a nuevos análisis y revisiones detalladas de la información obtenida inicialmente. Esto es precisamente lo que ocurrió con el exoplaneta Enaiposha, también conocido como GJ 1214 b. En un principio, se creyó que pertenecía a una categoría común de exoplanetas, pero estudios recientes revelaron que se trata de un caso único hasta ahora no identificado.
Este mundo presenta características particulares, como ser un planeta nebuloso que orbita alrededor de una estrella enana roja a unos 47 años luz de la Tierra. Inicialmente, se le clasificó como un "mini-Neptuno", pero gracias a nuevas observaciones del telescopio James Webb, se ha determinado que se asemeja más a Venus, aunque con un tamaño considerablemente mayor.
Este descubrimiento cambia la relevancia de Enaiposha, ya que, de confirmarse, lo situaría en una nueva categoría denominada "super-Venus".
De acuerdo con Science Alert, se trata de uno de los exoplanetas más estudiados, descubierto en 2009. Su masa y radio lo ubican entre los tamaños de la Tierra y Neptuno, además de contar con una atmósfera significativa.
Las características de Enaiposha
Los exoplanetas con esta cantidad de masa suelen clasificarse en una de dos categorías. Por un lado, están las supertierras, que poseen características similares a las de nuestro planeta, pero en una escala mayor y, en algunos casos, con atmósferas más ricas en hidrógeno. Por otro lado, se encuentran los mini-Neptunos, que, aunque de tamaño similar, presentan composiciones distintas, con atmósferas más densas y ricas en hidrógeno y helio, además de la posible presencia de océanos líquidos que envuelven sus superficies. Este último tipo es el más común entre los aproximadamente 5,800 exoplanetas descubiertos hasta la fecha.

Ambos tipos resultan de gran interés para los científicos, ya que, bajo las condiciones adecuadas, podrían ser habitables. Enaiposha, en particular, ha despertado atención debido a su radio 2.7 veces mayor que el de la Tierra y su masa que supera en 8.2 veces la de nuestro planeta.
Sin embargo, su cercanía a la estrella en torno a la cual orbita, denominada Orkaria, lo expone a temperaturas extremadamente altas, lo que imposibilita su habitabilidad. No obstante, su relativa proximidad a la Tierra permite observarlo con facilidad, lo que ofrece a los científicos la oportunidad de obtener información valiosa para comprender mejor otros exoplanetas.
El descubrimiento de nuevos datos
A pesar de sus ventajas observacionales, el estudio de Enaiposha no es sencillo. Su atmósfera es tan densa que dificulta la obtención de datos precisos.
En 2023, un artículo basado en observaciones de los telescopios James Webb y Hubble reveló que su atmósfera es rica en agua con metales vaporizados. Sin embargo, nuevas investigaciones sugieren que se pasaron por alto elementos clave.
Un equipo liderado por los astrónomos Everett Schlawin, de la Universidad de Arizona, y Kazumasa Ohno, del Observatorio Astronómico Nacional de Japón, se enfocó en analizar los datos de tránsito del planeta mientras cruzaba frente a su estrella en su órbita de 1.6 días.

Las nuevas observaciones del telescopio indicaron que la luz estelar, al atravesar la atmósfera del exoplaneta, era alterada por la presencia de dióxido de carbono en concentraciones similares a las de Venus, donde este gas representa más del 96% de la atmósfera. No obstante, la señal detectada era muy tenue.
Las exploraciones adicionales
En una segunda fase de la investigación, se desarrollaron nuevos modelos teóricos para interpretar los datos. Se descubrió que la atmósfera de Enaiposha está dominada por metales en las capas más bajas y por cantidades relativamente pequeñas de hidrógeno.
A mayor altitud, la composición atmosférica cambia, presentando una densa neblina de aerosoles junto con dióxido de carbono, lo que dificulta aún más su estudio. Estas características le han valido la clasificación de "super-Venus", ya que es un planeta extremadamente caliente, envuelto en una atmósfera rica en carbono y de difícil observación.
Por ahora, los científicos continúan analizando el exoplaneta, ya que la señal detectada es muy tenue y requiere un seguimiento exhaustivo para confirmar las conclusiones obtenidas hasta el momento. Al tratarse de información novedosa, será necesario continuar con más observaciones y estudios detallados.
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