Para quienes conocen la historia de Doom, el nombre de John Carmack es sinónimo de innovación. Considerado el padre del shooter en primera persona, fue pieza clave en la creación de Quake y más tarde trabajó en el desarrollo de tecnologías de realidad virtual en Meta. Sin embargo, su impacto no se ha limitado a la industria de los videojuegos, ya que también ha incursionado en el sector aeroespacial.
En 2000, Carmack fundó Armadillo Aerospace, empresa que en 2008 ganó la competencia Lunar Lander Challenge de la NASA, diseñada para impulsar el desarrollo de cohetes reutilizables. En este contexto, Carmack sorprendió a una audiencia llena de ingenieros aeroespaciales al declarar que programar videojuegos es un trabajo mucho más complicado que la ciencia necesaria para construir cohetes.
Su intervención fue la siguiente:
"Casi una década atrás decidí expandirme más allá de mi disciplina friki de ordenadores al mundo aeroespacial. Así que estudié duro por un año o así y llegué a la sorprendente conclusión de que no es algo tan complicado, que de hecho es algo sencillo.
Después de eso fundé Armadillo Aerospace, hicimos un montón de cohetes y tengo que modificar mi opinión… sigue sin ser muy complicado. Es de hecho simple comparado con muchas cosas que hacemos en el mundo moderno. Me refiero, el trabajo que hago en videojuegos es mucho más complicado que el trabajo aeroespacial."
Su comentario provocó risas entre el público, pero Carmack continuó su argumento, y explicó que aunque el desarrollo aeroespacial parezca más sencillo en términos teóricos, en la práctica es un desafío porque no solo se trata de diseñar cohetes funcionales, sino de garantizar su durabilidad y fiabilidad.
Su postura ha sido respaldada por otros especialistas. En un foro en línea, un usuario que estudió ingeniería aeroespacial coincidió con Carmack al señalar que, aunque los principios científicos detrás de los cohetes parecen más complejos, la implementación de un videojuego presenta mayores dificultades técnicas y desafíos inesperados.
No todo es tan fácil como parece
A pesar de sus declaraciones, Carmack enfrentó diversas complicaciones con Armadillo Aerospace. En 2013, su cohete Stig logró despegar con éxito, pero un mal aterrizaje afectó la reputación de la empresa. Como resultado, la compañía entró en "hibernación", según sus propias palabras. Desde entonces, varios ex empleados formaron Exos Aerospace, una empresa que sigue con sus trabajos en tecnología aeroespacial.
Por su parte, Carmack ha expresado su deseo de regresar al sector aeroespacial, aunque en la última década ha centrado sus esfuerzos en la tecnología. Después de su paso por Meta, fundó su propia empresa de inteligencia artificial. En cuanto a los videojuegos, su último gran proyecto en la industria fue Rage, lanzado en 2011.
Entrar y enviar un comentario