Aunque parecía que el home office había llegado para quedarse tras la pandemia, poco a poco las compañías han retirado esta modalidad. Uno de los casos más llamativos es el de Amazon, que anunció que finalizará esta práctica a partir de 2025.
Sin embargo, aunque personajes como Elon Musk afirman que los trabajadores son más productivos en la oficina que trabajando desde casa, una investigación señala que el teletrabajo es una opción viable, siempre y cuando los directivos confíen en sus empleados.
El estudio, publicado en la revista Human Resources Management and Services, destaca que existen habilidades clave que los directivos deben poseer para crear un entorno adecuado para el teletrabajo. Además, señala que hay otros aspectos adicionales a considerar.
De acuerdo con el sitio Phys, esta investigación tenía como principal hipótesis que los directivos son fundamentales tanto para establecer como para promover el teletrabajo.
El estudio encontró, entre otras cosas, que los ejecutivos pueden apreciar mejor la utilidad del home office si logran medir el rendimiento laboral mediante indicadores como el número de tareas completadas, los objetivos alcanzados, la calidad del trabajo entregado y, incluso, el nivel de ausentismo.
No obstante, también plantea que existen elementos más difíciles de medir cuantitativamente, como la eficiencia y el nivel de productividad bajo esta modalidad.
Por otro lado, la implementación del teletrabajo en las empresas no depende únicamente de la visión de los directivos, sino también de la disposición de los ejecutivos para asumir esta forma de trabajo y la relación que mantienen con sus empleados.
La confianza como elemento clave
Según Eva Rimau, una de las autoras del estudio, es "esencial" que los gerentes confíen en los trabajadores y gestionen a sus equipos en función de los resultados u objetivos, y no de la asistencia o el número de horas trabajadas, lo que genera un "círculo virtuoso".
Esto significa que se establece un ciclo en el que aumenta la confianza, se potencian los resultados positivos y, en el caso de los trabajadores, se asumen de manera proactiva más tareas para cumplir con las cargas de trabajo.
Además, la falta de contacto presencial y las dificultades de coordinación son algunos de los retos a los que se enfrentan los directivos al implementar esta modalidad. Por ello, la confianza de los gerentes para administrar y supervisar un equipo de forma remota es "extremadamente importante", según el estudio.
Adicionalmente, Eva Rimbau, otra de las participantes del estudio, señala que los ejecutivos también necesitan habilidades para construir, motivar, reconocer y responsabilizar a los equipos en un entorno de teletrabajo, utilizando herramientas digitales para comunicarse e interactuar de manera efectiva.
A la par, se debe evitar el aislamiento profesional, fomentar la colaboración y la confianza, y adaptar el liderazgo y la supervisión al contexto digital. Más allá de ser jefes, se requiere que los directivos actúen como líderes que promuevan el trabajo en equipo.
Los retos tecnológicos
Finalmente, la investigación sugiere que debe existir un contexto adecuado donde los directivos estén más predispuestos a adoptar y liderar el cambio hacia el teletrabajo.
Las barreras tecnológicas también pueden dificultar la implementación de este modelo, ya que se necesita contar con los recursos adecuados que permitan digitalizar tanto los procesos como las formas de trabajo.
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