El iceberg más grande de la Tierra se ha puesto en movimiento. Una masa helada de una superficie de 4,000 kilómetros cuadrados llamado A23a, se ha puesto en marcha después de años estático. Su profundidad es de 400 metros, casi 130 metros más profundo que la altitud del Mitikah en CDMX o 186 metros más que el Pabellón M1 de Monterrey.
Este iceberg, que alguna vez albergó una estación de investigación de la URSS, se mueve en dirección a las islas de Georgia del Sur. Pero, ¿Por qué comenzar a moverse después de tanto tiempo?
Los riesgos e importancia de los iceberg
Según el Dr. Andrew Fleming, experto en teledetección de la Universidad Británica y estudioso de la Antártida, menciona que esto pudo haberse provocado por la disminución de tamaño del glacial.
"Pregunté a un par de colegas sobre esto, preguntándome si había algún posible cambio en las temperaturas del agua de la plataforma que podría haberlo provocado, pero el consenso es que eventualmente iba a disminuir (de tamaño) lo suficientemente como para perder agarre y comenzar a moverse. Vi los primeros indicios en 2020".
De colisionar con Georgia del Sur, podría causar problemas a millones de focas y pinguinos, aves y otros animales marinos que llegan a reproducirse a sus costas. Gracias al colosal tamaño de este iceberg, las rutas de migración de los animales podrían verse afectadas.
Sin embargo, no todo lo relacionado con los iceberg es malo (no suelen hundir barcos tan a menudo), pues son fuente de alimento para pequeños organismos que forman la base de la cadena alimenticia en los océanos. Por lo que la preservación de estos cuerpos es importante no solo a nivel ambiental.