Quienes me conocen saben que me gusta la cultura maya y la disfruto, cada vez que puedo recorro los distintos sitios arqueológicos de la península de Yucatán, y sin duda la pirámide del Castillo en Chichén Itzá se ha vuelto un ícono de las maravillas modernas, desde que fuera declarada como tal el siete de julio de 2007. Ahora volvemos a hablar de la pirámide, pero esta vez debido a un hallazgo geológico en el subsuelo.
Científicos de la UNAM hicieron un ultrasonido eléctrico y encontraron debajo de la pirámide, oculto bajo una gruesa capa de piedra caliza de 3 a 4 metros de espesor, un cuerpo de agua, que bien podría ser un cenote. Aquí surge una primera interrogante que es: ¿sabían los mayas de la existencia de este cenote? Y si es así, ¿qué importancia tiene en su cosmovisión?
Con los datos que se tienen hasta ahora los investigadores del INAH y el Instituto de Geofísica de la UNAM estiman que el cenote tendría unos 30 metros de ancho, y unos 20 metros de profundidad, aunque es muy probable que no se encuentre lleno de agua hasta el borde, sino tan solo en una terera parte.
Por ahora los geólogos dicen que resolver la interrogante de cómo se les ocurrió a los mayas construir la pirámide de Kukulkán (el Castillo) sobre este cuerpo de agua, le toca a los arqueólogos, y también desentrañar si sabían o no de su existencia. Se cree que este cuerpo de agua estaría conectado a través de canales subterráneos con otro cuerpo de agua debajo de la pirámide del osario, que es una réplica en menor escala de la pirámide del Castillo y se encuentra a solo 160 metros de distancia.
En la siguiente etapa de la exploración, se utilizará el mismo método de la tomografía eléctrica en 3D para intentar determinar cómo fue construido el castillo, en qué épocas y en cuántas etapas, ya que dentro de él, yace una pirámide menor, que contiene un chac mol y un jaguar.
Aún les faltan 100 mil pesos para poder empezar la segunda etapa de exploración, y por lo pronto, a mi me encantaría seguir enterada de cuántos hallazgos se hagan respecto a la cultura maya, cultura que por cierto, no desapareció de la faz de la tierra como algunos dicen, sino que supieron adaptarse al cambio de los tiempos y siguen una vida pacífica, respetando su lengua y adaptando sus costumbres y tradiciones a la época actual.
Imagen | Cristina Rodríguez - La Jornada
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