Mientras otros fabricantes como HTC sufren de problemas de sobracalentamiento, estos podrían ser realmente importantes, tan graves que podrían llegar a explotar como el caso de Samsung.
Por tanto LG sigue interesada en reforzar la importancia en la gestión del calor en sus teléfonos inteligentes. Hay una buena razón para pensar eso, sí la compañía logra mantener una capacidad térmica controlada, podría tratarse de la solución no sólo para sus equipos sino un estandarte para la industria.
Así, con el LG G6, LG quiere llevar las cosas a un nivel superior, dado que el próximo gama alta podría emplear un tubo inhibidor de calor. LG no sería la primer empresa en emplear esta tecnología, Samsung tras los problemas con el último Galaxy Note, podría utilizar la tecnología de tubo disipador en sus próximos lanzamientos.
Por su puesto, no es necesario un tubo de calor avanzado como se encontrarían dentro de los sistemas de enfriamiento del ordenador, sin embargo para las dimensiones contenidas de un teléfono inteligente debería ser suficiente con un flojo y la transferencia de calor, por lo que no deberíamos de estar preocupados por que los teléfonos ahora sean más anchos o perdamos características por la inclusión del nuevo tubo.
No podemos adelantar nada aún, pero no es de esperarse que LG se arriesgue a tener un fiasco como el de Samsung, en el que la compañía fabricante de la gama Galaxy perdió más de 3 mil millones de dólares.
Vía ⎸Korea Herald