Los vehículos Tesla continúan enfrentando serios problemas incluso después de las actualizaciones del software Autopilot, según lo revelado por la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA). Desde que la firma de automóviles de Elon Musk retiró del mercado más de dos millones de vehículos en respuesta a investigaciones sobre accidentes, al menos 20 Teslas equipados con la versión actualizada han estado involucrados en accidentes.
Estos accidentes, según la NHTSA, incluyen colisiones frontales con otros vehículos o peatones, lo que plantea serias preguntas sobre la eficacia del sistema de Tesla para detectar objetos delante del vehículo cuando el piloto automático está activado.
La NHTSA está solicitando a Tesla una amplia gama de información para investigar a fondo estos accidentes y la eficacia de las soluciones implementadas por la empresa según informa The Verge. Además, buscan entender mejor las políticas de suspensión de Tesla por el mal uso del Autopilot, las alertas y monitoreo del conductor, y el uso de la ciencia del factor humano en el diseño de sus sistemas. En pocas palabras, quieren comparar el rendimiento del vehículo antes y después del retiro del mercado.
La NHTSA también quiere detalles sobre cómo el fabricante de vehículos eléctricos estadounidense recopila datos de telemetría en respuesta a accidentes y cómo utiliza la cámara en la cabina para monitorear la atención del conductor. La agencia advierte a Tesla que, en caso de no responder a su solicitud de información, podría enfrentar multas significativas.
Volante yoke de Tesla
Este llamado de atención de la NHTSA resalta la importancia de abordar los problemas de seguridad en los vehículos Tesla equipados con Autopilot. A pesar de las actualizaciones del software y los esfuerzos de la empresa por mejorar la seguridad, los accidentes continúan, lo que plantea dudas sobre la eficacia y la responsabilidad de Tesla en la protección de sus usuarios.
En un momento en que la industria automotriz está avanzando hacia la conducción autónoma, estos incidentes sirven como recordatorio de la necesidad de una mayor transparencia, evaluación de riesgos y responsabilidad por parte de los fabricantes de automóviles. La seguridad debe ser la máxima prioridad en el desarrollo y la implementación de tecnologías de conducción automatizada para garantizar la protección de todos en las carreteras.
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