Un Tesla Semi se incendió tras un choque en California, lo que requirió 16 horas de trabajo y más de 180,000 litros de agua para apagarlo, informó la Junta Nacional de Seguridad del Transporte de Estados Unidos (NTSB).
Es solo un caso, pero sirve para ilustrar el punto de que los accidentes que involucran auto eléctricos son, cuando menos, complejos. Los vehículos eléctricos no se apagan como los convencionales porque sus baterías pueden volver a encenderse incluso después de que el incendio quede controlado. Si pareciera que el incendio de un auto eléctrico estaba apagado, tal vez valga la pena corroborarlo dos veces.
Este caso recuerda la gran dificultad que enfrentan los servicios de emergencia ante eeste tipo de escenarios, como sucedido en Corea del Sur con un Mercedes-Benz EQE que dejó 20 heridos y dañó 140 autos, y el incendio de un Tesla Model S en Tijuana, México, que causó la evacuación de una zona habitacional.
El caso del Semi se suma a otros incidentes destacados, como el incendio de un Porsche Taycan 4 Cross Turismo en el carguero Felícita Ace en 2022, que llevó al hundimiento del barco y la pérdida de superdeportivos de marcas como Audi, Lamborghini y Bentley.
Sin duda, estos incidentes resaltan la urgencia de desarrollar protocolos universales más efectivos para apagar incendios relacionados con autos eléctricos debido a su creciente presencia en las calles.
El Tesla Semi, el camión del futuro de Elon Musk
El Tesla Semi no es solo un camión futurista; con una autonomía de hasta 800 kilómetros, capacidad de carga de 70% de batería en 30 minutos y fuerza suficiente para arrastrar hasta con 36 toneladas de peso. También prometía ser el salvavidas que Elon Musk necesita para su compañía.
Sin embargo, una serie de retrasos en sus entregas han dejado una imagen de incertidumbre entre sus compradores, entre los que destacan marcas como Pepsi quien pagó 100 unidades del Tesla Semi y solo ha recibido 36 de ellos.
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