El temor de que autos eléctricos provenientes de China ataquen Estados Unidos es real. La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, acaba de recibir una carta por parte de varios legisladores del partido demócrata para instar a abordar el tema y evitar su acceso desde el país, informa Reuters.
La preocupación de seguridad nacional para Estados Unidos hace referencia a que los vehículos eléctricos chinos conectados a Internet aparentemente usan hardware y software de reconocimiento de GPS. Estados Unidos teme que esos sistemas recopilen información crítica sobre infraestructura estratégica.
Estados Unidos piensa que si en algún punto China se convierte en su adversario, ellos podrían utilizar estos vehículos para generar caos, ya que en teoría tendrían el poder para manejar los autos de forma remota. Esto provocaría accidentes involuntarios y bloqueos masivos en las principales vías de comunicación.
"Creemos que este conjunto de datos, bajo el control del Partido Comunista Chino, constituye una amenaza para la seguridad nacional".
Elissa Slotkin, Sherrod Brown, Gary Peters, Debbie Stabenow y Tammy Baldwin, legisladores del partido demócrata en Estados Unidos.
Por su parte, China instó a Estados Unidos, en septiembre de 2024, a detener la represión de sus empresas. Además, dejó claro que esta situación solo perjudica la relación de las dos principales potencias comerciales del mundo.
"La medida estadounidense no tiene base fáctica, viola los principios de la economía de mercado y de la competencia leal y es un típico enfoque proteccionista. Afecta gravemente la cooperación normal entre China y Estados Unidos en el campo de los vehículos conectados, altera la cadena de suministro de la industria automotriz global y perjudica los intereses de los consumidores de Estados Unidos".
Ministerio de Comercio de China.
La guerra comercial entre China y Estados Unidos
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, no quiere auto eléctrico chinos en su país. En mayo de 2024 se anunció un incremento del 100% a los aranceles para este tipo de automóviles, una acción que en teoría dejaría fuera de la jugada a marcas como BYD.
Sin embargo, medios como Electrek, informaron que la medida no serviría de nada ya que si BYD (que acaba de recibir un nuevo arancel como marca) vendiera en Estados Unidos su modelo Dolphin Mini costaría aproximadamente 25,000 dólares (477,952 pesos), mucho más barato que un Tesla Model 3.
BYD también ha dejado claro que seguirá adelante con la intención de contruir una fábrica en México. Stella Li, vicepresidenta ejecutiva de BYD ya ha mencionado que en los "próximos días" se reunirá con representantes de la Secretaría de Economía para continuar con su plan de consolidación en el país.
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