Lo que está pasando en Australia es estratosférico: como en México, otros países se preguntan ya cómo regular redes sociales y de qué tipo deben ser las relaciones comerciales con otras empresas con las que intercambian información. Australia prospecta aprobar una ley que implica que Facebook pague a grandes cadenas noticiosas por el contenido que distribuyen a través de la plataforma, y que genera interacción para Facebook; pero el gigante tecnológico ha preferido antes que eso vetar todo contenido noticioso en el país.
Así, los usuarios no pueden ver o compartir contenido informativo en Facebook, se trate de noticias nacionales o internacionales.
Facebook no ha pedido por ese contenido, argumenta William Easton, gerente de Facebook para Australia y Nueva Zelanda. Ante ello, las opciones que han tenido es o cumplir con la ley que "ignora las realidades de la relación", o, renunciar a que se compartan contenidos noticiosos en Facebook.
Facebook está "intentando intimidar" dice el gobierno de Australia
Por la mañana #DeleteFacebook se convirtió en trending topic, luego de que la relación entre el gobierno y la red alcanzara nuevos picos de tensión tras la postura oficial de la empresa de Mark Zuckerberg en donde se anuncia el retiro de contenido noticioso en Australia. A través de un comunicado, la red social explica que su relación con los medios es distinta a la que tiene por ejemplo, Google, empresa que dicho sea de paso acaba de firmar un acuerdo para destinar parte de sus ganancias a medios informativos en Australia, sentando un precedente para el mundo.
Pero mientras Google Search tiene su origen fundamental en noticias, en Facebook no es así, según explica la red. En Facebook los medios comparten voluntariamente su contenido, a través de noticias que "les permite vender más suscripciones, crecer sus audiencias e incrementar ingresos por publicidad".
Facebook sostiene que en el intercambio de valor entre Facebook y medios, son los medios quienes ganan más por compartir su contenido gratuitamente en la plataforma. La legislación por tanto alteraría la relación e inclinaría la balanza aún más hacia las compañías noticiosas, a decir de Facebook.
Mientras que en Facebook se generaron cerca de 5,100 millones de referencias gratuitas a sitios informativos, por un valor de 407 millones de dólares australianos, el contenido informativo es de apenas el 4% del total de posts que los usuarios ven en su feed.
Facebook sin duda tiene los números para soportar que la no es esencialmente una plataformas de noticias, a diferencia de por ejemplo Google News. No obstante, la reacción de veto a contenido informativo ha levantado dudas, nuevamente, sobre la libertad de expresión, y hasta el gobierno de Australia lo ha tomado como un intento de "intimidación".
"Estas acciones solo confirman las preocupaciones que expresan un gran número de países sobre las conductas de grandes compañías de tecnología, que piensan que son más grandes que gobiernos enteros y que las reglas no deberían aplicar a ellas", escribió el primer ministro de Australia, Scott Morrisson.
"No seremos intimidades por las grandes corporaciones de tecnología", sentencia Morrison, en una publicación hecha en Facebook.
Más allá de la discusión original, uno de los agravantes del momento de tensión es que usuarios de Australia han reportado que páginas de Facebook de departamentos de bomberos y bancos de alimentos parecen haber sido bloqueadas también. Business Insider detalla que decenas de organizaciones no noticiosas han visto afectados sus perfiles.
Facebook dio una postura al medio en la que dice que la culpa es del borrador de ley puesto que no define con claridad a qué se refiere con "contenido noticioso", así que como parte de sus nuevas restricciones también afectó a páginas gubernamentales que difundieran información.
De cualquier forma, Facebook se comprometió a restituir las páginas gubernamentales que fueron afectadas.
¿En qué afecta en la práctica el veto de Facebook a contenido noticioso?
Los medios australianos ya no pueden compartir sus contenidos en ninguna página de Facebook. Podrán, eso sí, acceder a Creator Studio y a herramientas de CrowdTangle. Los medios internacionales mientras tanto pueden compartir sus contenidos con regularidad, pero enlaces y publicaciones no pueden ser vistas y compartidas en Australia.
Además, usuarios de otras partes del mundo no pueden ver ni compartir contenido noticioso de páginas australianas.
Las discusiones entre Facebook y el gobierno australiano no han terminado y la iniciativa tampoco ha sido aprobada. Se espera que el parlamento la discuta en sesión a finales de esta semana. Mientras tanto, aunque la conversación se centra en la diferencia de posturas entre Google y Facebook, hay quien apunta que siquiera cualquier intercambio monetario entre Google y corporaciones podría no ser benéfico para el periodismo.
Casey Newton argumenta en Platformer que la iniciativa podría dejar fuera del trato a pequeños medios que no recibirán ingreso alguno por parte de Google a diferencia de los gigantes de noticias, produciendo así un cada vez más disparejo suelo entre medios informativos.
Siendo así, argumenta Newton, tampoco es una seguridad que obligar a plataformas a paguen a medios por su contenido se refleje en contenidos de mejor calidad.
Los temas son numerosos. Además de Facebook, su postura en torno a la libertad de expresión, los problemas de reputación para la empresa, y los huecos informativos que dejará la salida de medios de la red, también está en juego a mediano plazo la relación que tendrán los agregadores de noticias como Google News con la manera que tenemos de hacer periodismo tal y como la conocemos.
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