Knack era una de las grandes sorpresas de lanzamiento para el PlayStation 4, el título fue creado por Mark Cerny, el arquitecto principal del PlayStation 4 y el PlayStation Vita, pocas personas como él conocían tan bien la consola, generando algunas expectativas, que al final no se cumplieron.
El título en general tenía ideas interesantes, pero presenta muchas carencias en todos los apartados, además generó expectativas más grandes de las normales. Curiosamente en ventas sí logró una buena respuesta, con 1.75 millones de unidades en todo el mundo, motivo por el cual decidieron apostar por una secuela.
Cuatro años después llega Knack 2, buscando mantener la apuesta original, pero mejorando en todos los aspectos del título, les compartimos nuestro análisis libre de spoilers.
Una trama que no arriesga nada
Iniciamos con la trama y no será nada nuevo, los goblins invaden la tierra con la única finalidad de dominarla y es momento de llamar Knack para poder derrotarlos a todos, con su característica que puede unir diferentes piezas para aumentar su tamaño o zafarse para hacerse lo más pequeño, dependiendo de la situación.
Y no queremos mencionar más de la historia ya que no ofrece nada nuevo, es muy sencilla y solo sirve como una estructura para acompañarnos con todas las secuencias del juego.
Muchas veces se cree que por ser juegos relativamente sencillos o para un público infantil se pueden descuidar estos elementos, pero en realidad Knack es para toda la familia y la trama nos deja en claro el poco interés por los desarrolladores para verdaderamente encariñarse del protagonista.
Cambios puntuales y necesarios
Los desarrolladores no decidieron quebrarse la cabeza con Knack 2, creían que la idea del primero era muy buena, así que lo único que hicieron fue aprender de sus errores, pero respetando las ideas originales.
El primer cambio interesante que encontramos es que en cualquier momento del juego podemos cambiar la forma de nuestro protagonista, solamente tendremos que presionar un botón, en un inicio solamente nos servirá para entrar a lugares pequeños, pero después podremos ver que servirán hasta para esquivar ataques, mejorando notablemente el diseño de niveles.
Para los combates vemos una mayor variedad de movimientos, incluyendo un escudo que nos sirve para bloquear ataques y si lo presionamos en el momento exacto antes de un impacto, podrá reflejar ese ataque para dañar a los enemigos. No cuenta con mucha profundidad, pero sí se agradece que no se sienta tan repetitivo.
Con el diseño de niveles también encontramos más opciones, donde se adaptan a las diferentes habilidades de nuestro protagonista para descubrir lugares especiales, midiendo muy bien los ritmos, combate, exploración y algo de plataformas, aunque el fuerte seguirán siendo las batallas, pero lograr cambiar un poco el ritmo para que no se haga tan pesado.
Probablemente el punto más atractivo del título es su modo cooperativo para dos jugadores, donde ahora sí notaremos una compañía, ya que nos pondrán a otro personaje en la pantalla con un diseño similar, cambiando un poco con los colores, pero con la posibilidad de participar en todo el juego. Una experiencia que podremos comparar con los juegos de Lego.
La campaña del juego nos puede ofrecer unas 10 horas, pero creemos que jugándolo en solitario se puede volver algo aburrido, aunque no era la idea principal, el juego se disfruta mucho con la compañía de otro jugador, aunque su relevancia en la historia no sea mayor.
Un apartado técnico muy inconsistente
En el apartado gráfico vemos una evolución en comparación al primer juego, luciendo bien, pero nada espectacular tampoco, en PS4 Pro ofrece la posibilidad de ir en resolución en 4K, además de ser compatible con HDR, pero no notamos grandes mejoras.
En cuestión de la tasa de cuadros, el juego puede ir normalmente a 50 o 60 cuadros en promedio, pero en algunos momentos puede tener caídas importantes a 30 cuadros que nos hacen recordar juegos del pasado que no se cuidaban en ese aspecto, existe una posibilidad de limitar el juego a 30 cuadros por segundo, pero nos hubiera gustado ver un rendimiento más estable y no recurrir a la opción de limitar la velocidad.
El estilo artístico también recibe un ajuste, los personajes ya no parecen tanto de cartoon, pero en el caso de los escenarios los resultados son buenos, contando con mucha variedad y aunque no sean grandes ayuda mucho a que sea más agradable la aventura.
Las animaciones son buenas, no existe mucha variedad como en los combates, pero lucen muy bien. En el aspecto de Knack y cómo funciona la física de las piezas cuando cambia de tamaño es muy atractivo.
Contamos con doblaje para América Latina con un resultado bueno a secas, los efectos de sonido están bien, aunque curiosamente cuando las piezas se unen o se separan de Knack, nos recuerda mucho a los sonidos en los juegos de Lego cuando armamos cualquier objeto.
El problema de Knack 2, es Knack
Cuando vimos por primera vez Knack nos agradó mucho el concepto del personaje, pero al jugar el título descubrimos que nuestro protagonista no tenía mucho ángel, lamentablemente para la secuela sucede algo similar, afectando de manera importante el juego.
Ya que uno de los encantos en los títulos familiares es encariñarse con los personajes y aquí no se logra en ningún momento. Tiene sus momentos de humor que nos intentan alegrar, pero tampoco notamos un esfuerzo mayor.
Knack 2 es un juego muy sencillo que no busca sorprender a nadie, era más una segunda oportunidad al personaje que una secuela, es evidente que mejoran mucho en comparación del primer juego, pero lamentablemente no buscan arriesgar casi nada.
Si disfrutaron el primer juego, se la van a pasar muy bien y en el caso que quieran entrar a la franquicia, lo mejor será hacerlo acompañado con otra persona.