De vez en cuando te encuentras con algún juego el cuál con tan sólo verlo notamos que parece bastante divertido, éste es el caso de "Keep Talking and Nobody Explodes".
Éste es juego de cooperación para Oculus Rift en dónde la persona que lleva el visor se encuentra frente una bomba en cuenta regresiva, mientras las demás personas en el cuarto tienen las instrucciones para desarmarla, aunque no tienen idea de cómo luce la bomba.
La persona que lleva el Oculus puesto puede interactuar con la bomba mediante los controles de Razer Hydra, pudiendo realizar acciones como mover la bomba, cortar cables, presionar botones, etc.
La dificultad del juego se basa en que existen diferentes formas de desactivar la bomba, variando cada vez que se juega debido a diferentes factores como número de serie, colores de los cables y símbolos en un teclado. Conforme el tiempo se va acabando, las personas con las instrucciones se empiezan a desesperar y luce realmente gracioso. Sin duda es un juego bastante ingenioso.
Vía | TechCrunch