Estamos en el mes de Mayo, el mes de las madres, tal vez muchos de nosotros no hemos tenido una mamá gamer, eso sería el sueño dorado de muchos niños y creo que de más de algún adolescente, se que ya paso el día de las madres, sin embargo nunca es tarde para recordarlas.
Sin embargo muy a pesar de todo, este mes es cuando más la recordamos y con ello vienen todos esos recuerdos dolorosos, los cuales incluyen regaños, alguno que otro jalón de oreja y el favorito de muchos gamers, ¿Cómo hacer enojar a mi hijo cuando juega?.
Así es que prepárense a recordar algunas de esas anécdotas ya sea divertidas o traumatizantes que nos hicieron vivir nuestras madres al jugar videojuegos, sin embargo muy a pesar de todo, siempre las recordaremos con cariño y en cuantas ocasiones no son sacaron de algún problema o inclusive hasta nos prestaron dinero para poder comprarnos algún juego.
Ahora con lo primero que comenzare serán los regaños, que fueron los favoritos de muchos.
El envidioso
Cuantos de nosotros trabajamos o ahorramos para poder comprarnos nuestras primera consola y como era obvio la cuidábamos como si fueran nuestro tesoro, sin embargo siempre hubo algo que nos molestaba y era prestarle algo a una persona que no cuidaba las cosas igual que tú.
Y por asares del destino muchas de esas ocasiones era algún familiar, hermano o para muchos los primos, los cuales iban a la casa y te veían jugando muy felizmente tu videojuego favorito y tu bien envidioso simplemente te hacías es sordo y continuabas jugando.
Pero al entrar tu madre era cuando esa acción llegaría a su fin, al verte hacer esto ella simplemente te llamaba la atención la primera vez como una señal de advertencia, diciéndote que “no seas envidioso” y tenías dos opciones cederle el control a esa persona o hacerte el sordo o seguir jugando.
Si elegías seguir jugando era cuando te podías meter en problemas, muchas mamás no daban una segunda señal de advertencia, solo te jalaban los cabellos o la oreja y te decían “Ya te dije que no seas envidioso, que no entiendes” y nosotros como buenos y compartidos gamers que somos, amablemente le cedíamos el control a esa persona.
La amenaza
Esto más que un regaño era un tipo de advertencia, las amenazas eran una de las armas más poderosas de nuestras madres y como no iban a serlo si entre ellas se incluían, apagarnos nuestra consola, dejarnos sin jugar y en casos más extremos quitarnos nuestra consola.
Regularmente esto sucedía cuando tenías malas calificaciones las cuales dependiendo de nuestra madre, si pasabas de panzaso, esto ameritaba un castigo y como ellas sabían mejor que nadie como hacernos sufrir, tenían una idea muy clara de que hacer.
Y que mejor castigo para un gamer que quitarle su consola, ya sea por unos días, una semana, un mes o inclusive hasta que mejorara la calificación, sin embargo parecía que éramos sordos pero cuando escuchábamos las palabras “Te voy a quitar tu maldito aparato” “No me vas a jugar tu nintendo dentro de este tiempo” entre otras era cuando nuestros oídos mágicamente se destapaban.
Le voy a decir a tu papa
Tal vez seriamos muy niños para ese entonces, pero sabíamos muy bien las jerarquías de nuestra casa y sabíamos quién era el mandamás y aquí es cuando hablamos de palabras mayores, cuanto de nosotros no escuchamos en varias ocasiones a nuestras madres.
Haaa pero cuando de su boca surgían las palabras “Le voy a decir a tu Papá” era cuando ese temor se apoderaba de nosotros y cuando escuchábamos que nuestro padre venia, sabíamos que dependiendo de lo que le dijeran nos podía ir muy mal.
Vas o Vas
Haaa la hora de comida, cuantos de nosotros no pusimos nuestra consola y nos disponíamos a jugar un poco antes de comer, creo que más de uno verdad.
Prendíamos nuestra consola, comenzábamos a jugar y veces hasta parecía que nos leían la mente, justamente en el momento más emocionante del juego es cuando escuchábamos el clásico “Ve a las tortillas”, “Ve al mercado a traer esto”, “Ve al tianguis”, entre otras frases las cuales debíamos de obedecer.
Y que pasaba si no era así, fácil nos ganábamos un jalón de orejas, unos manasos, jalones de greñas y en el caso más doloroso un jalón de diablitos (Patillas).
Creo que ya los hice recordar muchas cosas, pero aún hay más, ahora vamos a recordar las maneras como nuestras madres nos podían hacer enojar a nosotros, si digamos algo así como su venganza, la cual admítanlo sabían muy bien lo que hacían.
Ponle Pausa
Conforme avanzo la tecnología los juegos lo hicieron también y no es sorpresa que hoy en día el juego en línea es algo cotidiano para nosotros, pero no siempre fue así, muchas de nuestras madres aun no comprenden muy bien lo del juego online y en sus comienzos aun menos.
A cuantos de nosotros no nos vieron bien emocionados jugando con nuestros amigos y de repente surgían las palabras “Ponle pausa para que vayas a la tienda”, nosotros tratábamos de explicarles como era el juego, pero simplemente no podíamos llegar a un acuerdo la mayoría de las veces y varios de nosotros nos pasó esta situación y creo que más de alguno ya con lo que ha leído se dará una pequeña idea de lo que le esperaba si desobedecía.
El apagón
Este creo que era el peor de todos, imagina que estás jugando, estas en el jefe final y de repente se apaga tu consola, volteas sorprendido, pero vez que si hay luz y es cuando miras al enchufe en el cual está mágicamente tu mamá, te desconecto la consola ya sea para conectar algo o simplemente para que te quitaras y pudiera ver su telenovela.
Esta acción también te pesaba mucho cuando estabas en un título donde los cinemáticos duraban muchísimo, entonces de solo pensar en todo el tiempo que duraban y que tenías que volver a verlos o dejarlos correr para seguir jugando, hasta te daba flojera.
Y ahora solo imagínate si estabas jugando RE2, no has guardado y ya estabas en el laboratorio, esa si es una buena forma de vengarse.
Pasar desapercibida
Esta también puede ser la favorita de muchos gamers y más cuando están jugando en la sala, solo imaginen, están jugando, están viendo alguna escena importante de su videojuego o están en alguna pelea contra un jefe muy muy difícil el cual necesitan toda su concentración.
Y es ahí cuando algo les tapa la visibilidad, vemos a nuestra madre pasar frente a la pantalla como si nada, todavía una vez es aceptable, pero en ocasiones parecía que lo hacían a propósito, pasaban no una sino varias veces.
Y en varias ocasiones al vernos enojados o que hiciéramos el clásico tsss, se volteaban a mirarnos y nos decían “Queee, no puedo ni pasar ya” lo cual varios de nosotros solo respondíamos con un simple “Si” o mejor no decíamos nada.
Nintendo
Los años siguen pasando y las consolas siguen cambiando, sin embargo si nuestra madre no está al tanto de las consolas o no es una gamer, para ella todas las consolas siempre serán un Nintendo.
Así es que no les extrañe si su madre aun le llama Nintendo a su PS3, Xbox 360, Wii, u alguna otra consola, eso ya es algo muy común entre las madres mexicanas, desconozco si pasara lo mismo en otros países pero aquí siempre fue así.
Final
Para finalizar solo agregare que a pesar de todos los enojos, regaños y demás que nos hicieron pasar, siempre han estado ahí para ayudarnos ya sea en las buenas o en las malas.
Por eso siempre las recordamos con cariño y nuestra vida no hubiera sido la misma sin ustedes, por lo que solo queda decirles “Muchas gracias”.