Todos, conocemos a alguien o nos ha tocado el lamentable caso de ser víctimas del robo de nuestro celular, y a pesar de que los números de este delito siguen en aumento para la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal este sigue siendo un delito menor.
Debido a la relativa facilidad con la que estos dispositivos pueden ser conseguidos y el alto valor de reventa, es que se han vuelto un negocio jugoso para los amantes de lo ajeno. Que de acuerdo a información de la misma Procuraduría, rondan los 11 celulares robados por día.
En los últimos tres años se robaron cerca de 14,000 dispositivos, aunque el costo promedio de estos equipos rondo los 2,000 pesos, de acuerdo a Luis Wertman, presidente del Consejo Ciudadano del Distrito Federal, estos equipos fácilmente pueden revenderse en 1,000 pesos, lo que representan ganancias jugosas para los ladrones.
El promedio del costo de un celular es de no menos de dos mil y se puede revender en el mercado negro en mil pesos
Incluso el INEGI en la última Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública mostró que de los 9 millones de robos a peatones que se cometieron durante el año 2014, en 42% el motivo de robo fue para retirarle al usuario su teléfono celular.
Sin embargo, como este delito está tipificado como un delito menor o de bajo impacto hasta la fecha no hay casos de investigaciones abiertas para intentar desmantelar o consignar a las bandas de delincuentes que acostumbran realizar estos atracos e incluso para atrapar a las personas que diariamente comercializan estos dispositivos.
Desde principios de año ha existido una campaña para concientizar a los usuarios de no adquirir teléfonos robados y que los usuarios soliciten el bloqueo de IMEI cuando les sea robado su equipo, pero la realidad es que el número de equipos que diariamente sigue en crecimiento, solamente el año pasado se cree que en promedio cada cuatro segundos ocurrió un robo de este tipo.
Aunque se cree que el número en realidad es mayor, debido a todas las personas que no denuncian el acto, Luis Wertman, recomienda que se intensifique la denuncia para que las autoridades se den cuenta de la gravedad de este problema y comiencen a actuar.
Y lo más importante, es que cuando un usuario pierda o le sea robado su teléfono celular lo antes posible reporte este caso con su operador de telefonía móvil, quien por Ley deberá bloquear el equipo para evitar que sea utilizado por otro usuario.
El bloqueo que realizará el operador de telefonía móvil será por IMEI, lo que significa que cuando al equipo le sea instalado el nuevo chip de la persona que adquirió el celular robado no podrá usarlo. O incluso, si adquieres un teléfono celular usado y tienes duda de su procedencia, puedes consultar la herramienta que el IFT ha dispuesto para comprobar si no es un equipo robado.
Vía | El Universal
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