Steven Sinofsky, quien fuera presidente de la división Windows de Microsoft, abandonará Redmond después de 23 años, la razón: una "creciente tensión entre Sinofsky y otros altos ejecutivos, quienes veían que no tenía las capacidades de trabajo en equipo que necesitaba la compañía". Esto fue revelado por el sitio All Things D. Evidentemente nadie se esperaba esta noticia, y menos con el reciente lanzamiento de Windows 8.
Pero como nadie es indispensable, ni irreemplazable, Julie Larson-Green es quien asumirá el puesto que ocupaba Sinofsky, fue su mano derecha en el evento del lanzamiento de Windows 8, y tiene una larga carrera de 19 años en Microsoft. Desde ahora, estará al mando de los desarrolladores de software y hardware de Windows, y le rendirá cuentas directamente a Steve Ballmer, CEO de Microsoft.
La versión oficial habla de un acuerdo entre Sinofsky y Microsoft. Ballmer por su parte alabó el trabajo de Sinofsky pero dijo que necesitaban: "un ciclo de desarrollo más rápido e integrado para nuestros productos" (obsolecencia programada, creo que le dicen).
Otras versiones no oficiales plantean que Sinofsky hubiera deseado quedarse con el puesto de Steve Ballmer una vez que este se retirara para 2016 o 2017, por lo cual habría amenazado a los ejecutivos de renunciar si no le garantizaban el puesto de CEO.
A Sinofsky le debemos todas las mejoras que salieron después del desastre de Windows Vista, tomó la división Windows en 2006, después de haberse dedicado durante varios años a Microsoft Office.
En sus propias palabras:
“Es difícil contar las bendiciones que recibí en mis años en Microsoft. Estoy abrumado por el profesionalismo y la generosidad de todos con los que he tenido la fortuna de trabajar en esta increíble compañía“
Tal parece que los grandes de las grandes compañías empiezan a salir por puertas no tan grandes, ¿será acaso que viene una revolución tecnológica mucho más poderosa? Ya veremos.
Fuente | AllThingsD