La gente detrás de Roomba lo acepta: los competidores chinos están dando una fuerte batalla en el segmento de robots limpiadores. Quizás por eso el Roomba i3+ ahora tiene más sentido que nunca antes, pues es el robot limpiador de iRobot que equipa el mismo sistema de limpieza de los modelos más caros, pero a precio más acotado.
De paso, lo hace con una función interesantísima para quienes quieren olvidarse a toda costa de barrer la casa: un vaciado automático de polvo a una bolsa que vive dentro de la base de carga, aunque para usarlo el costo a pagar es el ruido. Después de tres semanas de probar el Roomba i3+, estos son nuestros comentarios.
Características técnicas
IROBOT ROOMBA I3+ | |
---|---|
DIMENSIONES | Robot: 34,2 cm diámetro y 9,25 cm altura Base: 31 cm ancho x 38,35 cm fondo x 48,26 cm alto |
PESO | 3.18 Kg |
FILTRO | Alta eficiencia capaz de capturar hasta el 99% del polen del ambiente, el moho, los ácaros provenientes del polvo y los alérgenos de gatos y perros (según la marca) |
CONECTIVIDAD | WiFi, compatible con Amazon Alexa y Google Assistant |
AUTONOMÍA | Aproximadamente 80 minutos |
TIEMPO DE CARGA | Aproximadamente 2 horas |
PRECIO | 13,999 pesos |
La limpieza
Solo tres botones en el lado superior del robot anticipan que estamos ante un equipo que enarbola simpleza casi por doquier. El desempacado, la colocación y los usos posteriores son en todo momento sencillos. La caja incluye una base de carga en la cual vivirá la mayor del tiempo el robot, y que solo abandonará para comenzar un ciclo de limpieza, sea presionando el botón de "Clean", ordenándolo desde la app ya vinculada, o bien ejecutando el comando a través de alguno de los asistentes compatibles.
Una vez comenzado el ciclo, el robot abandona la estación de carga y comienza a repasar el lugar, primero haciendo algunos recorridos que parecen aleatorios, pero que son antesala de los recorridos en líneas paralelas en zigzag, el sistema de limpieza del que iRobot está muy orgulloso y por el que asegura que el robot puede identificar con presteza cada rincón del piso que está limpiando.
Una de las primeras dudas que surgen es, por supuesto, la habilidad del robot para esquivar obstáculos. iRobot recomienda quitar cables y obstáculos del suelo para que el Roomba i3+ haga bien su trabajo. No obstante, he de aceptar que las sillas del comedor las he dejado muy a propósito para conocer la presteza del robot. El Roomba i3+ no siempre supo deslizarse entre las patas a la primera vez, pero en sus constantes repasos siempre recorrió cada lugar dos o tres veces más, así que en alguna de ellas dio con que su tamaño era suficiente para meterse debajo de un banco y rodear hábilmente cada una de las patas.
Hablando de rincones difíciles, el Roomba i3+ tiene un cepillo de cerdas que alcanza superficies que el robot por sí solo tendría dificultad dado su forma circular. El cepillo es útil, pero solo hay uno y se ubica en la parte frontal derecha, de manera que es imprescindible que para que el robot limpie bien una esquina, sea ese extremo el que se acerque lo más posible al, lo cual no siempre sucede. Incluso cuando lo hace, la fuerza de rotación de las cerdas impulsa al polvo más al rincón y, solo en el mejor de los casos, el aire es suficiente para que el polvo rebote contra la pared y se aleje del rincón, ahora rumbo al poder de los rodillos del Roomba i3+.
Los rodillos de goma que viven en la parte inferior central del robot es uno de los elementos que más llaman la atención pues los hemos visto antes solo en versiones más costosas. Los rodillos funcionan bastante bien: no hay elemento que pase por debajo de ellos y no sea absorbido, lo que siempre es una buena noticia sobre todo para acumulaciones de polvo y cabellos sueltos en el piso. No se incluye en esta categoría nada que tenga que ver con líquidos dado que iRobot es enfático en que este es un robot para barrido, no para trapeado, categoría a la que pertenecen otros equipos de la marca pero de la que no forma parte el i3+.
Solo para no dejar, he derramado a propósito un poco de agua en piso y dejado luego que el robot intentara limpiar. Desde luego, nada ocurrió más que un desastre de huellas de llantas del robot que yo mismo provoqué.
La función más ruidosa
La primera vez que encendí el Roomba i3+ me sorprendió la cantidad de ruido que hizo. Todas las veces posteriores fueron mucho más silenciosas, así que mi primera impresión se desvaneció y sospecho que solo se trató de mi impaciencia por encender el robot, aunque fuera casi media noche. Sucede que con poco ruido ambiental mi primera impresión fue que el robot era tremendamente escandaloso.
Pero tres semanas después mi opinión es otra. Claro que es perceptible el sonido, pero no a un nivel que sea molesto. En aras de la precisión, con app en mano he detectado que el sonido es de entre 60 y 65 decibeles aproximadamente, colocando el micrófono a medio metro de distancia del robot.
El ruido que sí es espectacularmente llamativo es el de una de las funciones estrellas del Roomba: el vaciado de polvo del depósito del robot a la bolsa que habita en la parte alargada de la base de carga. La succión es tan potente que cada vez que ocurre hace que la lampara que está conectada a la misma placa de contactos baje de intensidad, además que el ruido se eleva hasta los 80 decibeles. La primera vez que escuché el vaciado francamente me asusté pensando en que algo no estaba funcionando como debería.
Una vez más, tres semanas después me he hasta acostumbrado, aunque no puedo decir lo mismo por mis vecinos que seguramente han escuchado el sonido y muy probablemente no sepan a qué atribuirlo, todavía.
La buena noticia claro es que el vaciado es una de esas tareas de las que uno se quiere olvidar cuando adquiere un robot limpiador, y el i3+ hace el proceso de forma automática, aunque el precio a pagar es de cinco a diez segundos de tranquilidad. Sobre el tema he preguntado directamente a Marco Trejo, responsable de mercadotecnia en iRobot, quien en entrevista reconoce que los decibeles de la función son incluso mayores que los del aspirado, y enfatizó en que no hay comparativa con otros productos en mercado mexicano porque la función es única. "[El ruido] es indispensable para garantizar un correcto vaciado del contenedor que hay en el robot", dice.
Roomba i3+ equipa además un sensor RCON para detectar la posición de la base, un sensor para detectar desniveles y evitar que el robot caiga por las escaleras, y un sensor óptico de seguimiento del suelo para confirmar que el robot siga el camino de las líneas paralelas de las que hablábamos.
El resultado final de la limpieza me ha dejado en su mayoría satisfecho, salvo por el polvo que se le escapa en los rincones. Por lo demás, ninguna mota de polvo por las superficies por las que haya pasado se le resisten al robot y está además que el Roomba i3+ trepa con agilidad a tapetes. En mi casa tengo dos, siendo uno más complicado que otro porque en la superficie es más denso. Cuando el Roomba i3+ sube a él los recorridos parece hacerlos más despacio y mucho del ruido es amortiguado por la alfombra así que suele ser más silencioso, pero no he notado un sobrecalentamiento por ello.
Conectividad, ante todo
La primera vez que dije "Alexa, dile a Roomba que limpie", y dos segundos más tarde escuché al robot encenderse y dejar la base de carga, me sentí en el futuro. Roomba i3+ es compatible además con Google Assistant, aunque no con Siri, y aunque he preguntado directamente sobre el futuro de la compatibilidad con Homekit, Trejo me ha dicho que el enfoque principal por ahora es seguir trabajando en afinar la app.
Claro que si uno no usa a Siri como su asistente principal, no hay problema alguno. A través del asistente uno puede iniciar ciclos de limpieza, suspenderlos, o detenerlos por completo y enviar al robot de vuelta a la base.
De hecho todo lo que tiene que ver con configuración es tremendamente sencillo. La app tiene los ajustes necesarios para que con un par de toques el robot pueda disponerse a limpiar la casa entera. Es una pena, eso sí, que el Roomba i3+ no permita delimitar habitaciones de la casa, de tal forma que podamos enviarle directamente a hacer la limpieza en una. Esa es una de las limitaciones importantes al no estar frente a un robot de gama alta dado que el Roomba i3+ no tiene cámara, como sí modelos más avanzados.
La app también permite conocer el estado de carga del robot, establecer horarios para ciclos de limpieza programados y conocer el historial de limpiezas que ha hecho el robot. Algunas opciones adicionales son localizar a Roomba (en donde acto seguido el robot comenzará a emitir un sonido para ubicarlo), y modificar los ajustes de limpieza. Las opciones son tres:
- Limpieza según el tamaño de la habitación. Aquí Roomba cubre habitaciones grandes una sola vez y habitaciones de pequeñas a medianas entre dos y tres veces.
- Limpieza diaria. Roomba cubrirá todo el espacio solo una vez
- Limpieza adicional. Roomba cubrirá todo el espacio dos veces
Independientemente de cuál se elija, si el robot detecta alguna superficie muy sucia, la luz led que rodea al botón de 'Clean' se encenderá en azul y el robot proseguirá a pasar más veces por el lugar. La función denominada 'Dirt Detect' puede también activarse manualmente pulsando el botón de círculo, a un costado del botón de 'Clean' en el robot.
En mis pruebas el robot ha terminado de limpiar un espacio de aproximadamente 60 metros cuadrados en cuestión de una hora aproximadamente. Si sucede que el robot detecta que su depósito está lleno antes de que termine la limpieza, volverá a la estación de carga, ejecutará el vaciado y volverá a la limpieza justo en el lugar donde la dejó. Suena a una buena noticia, pero uno no querrá escuchar dos veces tan seguidas el ruido de vaciado en la base de carga, así que la mejor opción es desactivar la función para que el vaciado no ocurra cada vez que el robot vuelve a la base.
En cualquier caso, en el apartado de historial en la app podrá visualizarse un mapa del área que ha recorrido el robot en cada limpieza, con algunos indicadores que indican dónde ha encontrado más suciedad y espacios en blanco que indican a qué lugares no ha podido acceder.
La limpieza del que limpia
Limpieza cumplidora, diseño sobrio, y una app intuitiva. Sencillez por todos lados, excepto cuando llega el momento de leer el instructivo y comenzar a limpiar el robot. Ha llegado el temido momento del mantenimiento.
El mantenimiento se hace en los sensores y las partes removibles del robot. El manual no los describe como pasos, pero los he contado y el mantenimiento bien puede dividirse en siete apartados: recipiente de residuos, limpieza de filtro, limpieza de sensores del recipiente de residuos, limpieza del cepillo para barrido de bordes, limpieza de la rueda guía delantera, limpieza de los cepillos de goma y limpieza de los sensores de desnivel y los contactos de carga.
Cada limpieza variará en cuanto a frecuencia con que hay que hacerse. El manual dice que la rueda guía delantera y el sensor de residuos lleno deben limpiarse cada dos semanas. La limpieza del cepillo para barrido de bordes y los cepillos para múltiples superficies también deben limpiarse cada dos semanas solo en caso de tener mascota, pero en caso contrario la limpieza puede ser una vez al mes. Además, el filtro del depósito debe limpiarse una vez por semana (dos veces si hay mascota en casa), los sensores y contactos de carga una vez al mes y el recipiente de residuos debe lavarse con agua "según se requiera".
La gran cantidad de pasos y limpiezas distintas que hay que hacer puede ser abrumadora, especialmente para quien quiere adquirir un robot para facilitarse la vida y olvidarse de la limpieza continua. En efecto, la parte más agotadora es encontrar cuál es cada elemento, y luego familiarizarse lo suficiente con el robot para saber cuáles son los aditamentos que se extraen. Una vez hecho, lo siguiente es tener a la mano el manual para efectuar las limpiezas cada vez que llegue el momento o que se requiera, porque no hacerlas tendrá como consecuencia que el robot no limpie como debería.
El Roomba i3+ definitivamente debería de ser más sencillo de limpiar, o cuando menos no necesitar tantos pasos. Por ejemplo, para la limpieza del cepillo de bordes que se debe hacer por lo menos una vez al mes, se necesita un desarmador para retirar la pieza por completo y remover cualquier cabello atorado. No es es que el paso requiera mucho tiempo, pero si se suma a las otras seis limpiezas que deben hacerse cada tanto, pensar solo en ello es cansado.
Cuatro años de repuestos valen lo que el Roomba i3+
Dejando de lado el mantenimiento, no hay que perder la vista que algunos elementos del robot necesitarán sustituirse conforme pase el tiempo.
iRobot recomienda reemplazar el filtro una vez cada dos meses, la rueda de la guía delantera una vez la año, al igual que el cepillo para barrido de bordes y los cepillos de goma. Son en total cuatro elementos que necesitarán de constante actualización, y a propósito, he hecho el presupuesto de cuánto dinero requeriría hacer los reemplazos según la recomendación oficial. El resultado es de 2,400 pesos anuales aproximadamente, sin contar con la rueda delantera, cuyo precio no pude conseguir en la página oficial de iRobot para México, pero que en Amazon su costo oscila en los 200 pesos.
Hay un precio más por pagar: Roomba también elabora sus propias bolsas desechables para residuos, las mismas a las que llega el polvo después del vaciado automático del robot. Lo mejor de las bolsas es que tienen un mecanismo bastante sencillo por el que, al momento abrir la base de carga y retirar la bolsa, esta se cierra de forma automática y así el usuario nunca tiene contacto con el polvo. Quizás por ese formato es que el costo del paquete que incluye tres bolsas es de 569, paquete que en teoría debería de ser suficiente para seis meses.
Si aumentamos ese costo más el de la llanta que no localicé en la tienda oficial (pero cuya sustitución anual sí se incluye en el manual), el costo de mantenimiento se eleva a 3,740 pesos anuales aproximadamente, lo que por sí mismo es ya poco más de una cuarta parte del costo total del robot.
Con esos montos, difícilmente veo a usuarios accediendo a pagar en mantenimiento de cuatro años, el mismo costo que asumieron por obtener el robot en primer lugar. No obstante, incluso si el usuario decide estirar al doble los tiempos de vida de cada elemento, al cabo de cuatro años habrá pagado por mantenimiento la mitad del costo del Roomba i3+, y así, la inversión en el robot contando su coste inicial pasa a ser de poco más de 20,000 pesos.
La opinión de Xataka México
El Roomba i3+ es un aspirador que cumple con la promesa de inteligencia, y como añadido equipa sensores y mecanismos no vistos por el fabricante en este rango de precios.
Tiene sentido que iRobot esté comprometiéndose con mejores balances entre precio y prestaciones, porque la competencia en el segmento de robots aspiradores no hace más que ponerse más reñida. En mi experiencia, la limpieza, la app y en general la experiencia completa cumple a cabalidad (salvo el asunto de los rincones), pero es el precio en donde como usuario yo encontraría mi principal obstáculo para acceder con gusto a olvidarme de barrer diariamente mi casa, ya no solo por lo que respecta al costo del robot, sino al gasto constante que tendré que hacer conforme pasen los años para mantener su habilidad de aspirado.
Escribo esas líneas con bastante pesar porque estoy seguro que esa será una barrera importante para quienes decidan hacer la inversión y antes de su compra construyan un análisis completo en costo-beneficio para saber con certeza si la decisión es financieramente viable. El resultado dependerá de cada bolsillo, pero estoy seguro de que la confirmación de compra tras ese análisis no llegará para todos.
Habrá que ver cuál es el camino para iRobot a partir de aquí y si todos los dispositivos por venir seguirán siendo similares en el tema de mantenimiento. El mismo Trejo confirmó que en 2022 llegarán por lo menos cuatro modelos nuevos, entre ellos un robot 2 en 1 con trapeado y aspirado en un mismo producto. Ahora mismo, iRobot tiene más 50,000 usuarios activos en México.