IBM llega con todo a invertir en nuestro país, concretamente en la ciudad de México, donde tiene proyectado construir y echar a andar un centro de datos para impulsar su estrategia de cómputo en la nube. A nivel global está planeando la construcción de 15 nuevos centros.
Con esta inversión se tendrá un segundo Centro de Datos en nuestro país, ya que el primero se instaló en Guadalajara a finales de 2012 con una inversión de 30 millones de dólares.
Para sus instalaciones en ciudad de México no proporcionaron los montos de inversión, ni tampoco el sitio exacto donde se construirá. En América Latina solo México y Brasil cuentan con instalaciones de este tipo, otros sitios donde se construirán nuevos centros de datos son China, Washington DC, Hong Kong, Londres, Japón, India, Canadá y Dallas.
IBM tiene como objetivo operar 40 centros de datos a nivel global, este número se alcanzará al sumar los 12 centros que ya estaban en operación, más los 13 que adquirió con SoftLayer el año pasado y los nuevos que están por construirse.
A través de estas inversiones que a nivel global suman 1200 millones de dólares, IBM pretende impulsar el uso de la tecnología en las PyMES y ser líder como proveedor de servicios de cloud computing, en palabras de Salvador Martínez Vidal, presidente y gerente general de IBM México:
“Estamos anunciando una inversión muy importante en infraestructura para expandir nuestra presencia global. Queremos ser el jugador más importante para atender proyectos y requerimientos de nuestros clientes basados en tecnología cloud”
Por su parte Arturo Blanco, líder de Servicios de Cloud Computing para IBM México comentó que se deben tomar muy en cuenta las preocupaciones sobre la privacidad y el manejo de la ubicación (geográfica) de la información, de acuerdo con lo que manifestó hay dos retos, el primero en la cuestión legislativa y el segundo en la cuestión psicológica.
Con esto México se coloca como un país donde hay confianza para invertir y se estima que el crecimiento en este tipo de complejos sea de aproximadamente 20% anual.
Vía | El Economista