Taylor Swift es la persona del momento, de eso no tenemos duda, sus conciertos están abarrotados de fanáticos y con las decenas de miles de personas que atienden a estos eventos no es raro que "Taytay" tenga una poderosa capacidad: provocar sismos. Así lo deja ver una investigación de la Pacific Northwest Seismic Network, o Red Sísmica del Noroeste del Pacífico (PNSN).
Según este estudio, durante el concierto de la noche del 22 de julio en el Lumen Field en Seattle, los fanáticos de Taylor provocaron una señal sísmica de 2.6 hercios que se tradujo en una amplitud de aceleración tan grande como un centímetro por segundo.
Taylor Swift vs la NFL
La última vez que esta Red Sísmica detectó un evento sísmico provocado por un evento de entretenimiento fue durante 2011, cuando los fanáticos de los Seattle Seahawks retumbaron tras la anotación de Marshawn Lynch, popular corredor de la NFL conocido como "The Beast". Pero 12 años después, Taylor Swift provocó otro sismo y de una magnitud bastante superior al provocado por Lynch.
Jackie Caplan-Aurbach, decana de la Facultad de Ciencias e Ingeniería de la Western Washington University, fue la encargada de realizar este estudio que tenía como fin principal comparar el "Beastquake" con lo que Taylor pudiera provocar. Los resultados no pudieron haber sido más interesantes.
El análisis de las gráficas sísmicas no solo muestran que Taylor Swift puede provocar un sismo más fuerte que el de una estrella de la NFL, sino que sus fanáticos tienen un ritmo envidiable, algo que es difícil de conseguir en un partido de fútbol americano. Además, la resonancia dentro del edificio no fue provocado por el sonido de la música, sino por la respuesta de la audiencia.
El sismo swiftie
Esto fue provocado por un efecto conocido como "Efecto peine de Dirac" en el que, en términos generales, señales entran en interferencia creando armónicos con distintos picos. Ya en 2016 una investigación dirigida por Jordi Díaz, en la que se analizó sísmicamente el concierto de Bruce Springsteen en el Camp Nou de Barcelona, pero Caplan-Auerbach añade que la gráfica de los eventos sísmicos de conciertos como el de Springsteen o el de Taylor Swift demuestran como los fanáticos difieren en la interpretación de los ritmos musicales.
Entre otras cosas que se descubrieron con el estudio es que los fanáticos de la primera noche de concierto en Seattle eran considerablemente más entusiastas que los de las siguientes. Además, las oscilaciones alcanzaron su máximo pico cuando la canción 'Love Story' llegó a su crescendo final, con Taylor alzando su brazo como señal de triunfo.
La conclusión del estudio es que Taylor Swift puede provocar sismos más intensos que los de un partido determinante dentro de la NFL, y es que un evento musical que reúne a poco más de 70 mil personas con la artista del momento no podía resultar de otra manera. El análisis también pone sobre la mesa los ritmos provocados por diferentes demográficos, aunque no da una explicación. Esperan poder volver a tomar datos cuando Metallica se presente en agosto de 2024 en el mismo escenario, quizás un poco de metal pueda competir con el poderoso Pop de "Taytay".
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