Ya contamos la historia de cómo un par de tijeras perdidas retrasaron y cancelaron decenas de vuelos en un aeropuerto de Japón. Ahora, nos trasladamos a Australia donde una trifulca por parte de un pasajero a bordo no solo llevó a que el vuelo se cancelara, sino, que el propio piloto tuvo que dar la vuelta y regresar a la pista de aterrizaje.
En septiembre de 2023, un incidente dentro de un avión con ruta de Perth a Sidney dio por perdido los planes de los pasajeros. Debido al comportamiento indisciplinado de un hombre de 32 años, el capitán optó por volver al aeropuerto de origen y cancelar el viaje. Tras meses de audiencias en el juicio, se le dictó sentencia al individuo con más ni menos que una multa histórica.
Tal como lo informó un comunicado de la Policía Federal Australiana, al momento del aterrizaje el pasajero fue detenido. No obstante, el avión tuvo que descargar el combustible destinado al vuelo de cuatro horas. Al declararse culpable de alterar el orden público en un avión y de desobedecer las instrucciones de seguridad, el sujeto se vio obligado a cubrir el costo total del combustible desperdiciado durante el incidente.
Eso sí, todo quedó en el anonimato. Ni el nombre del pasajero, ni el de la aerolínea, así como las causas del disturbio fueron revelados. Sin embargo, se sabe que el costo del combustible descargado ascendió a 8,630 dólares australianos (poco más de 111,000 pesos mexicanos).
Además, el Tribunal de Magistrados de Perth le asignó una multa adicional de 9,000 dólares. A resumidas cuentas, las consecuencias económicas de su comportamiento sumaron casi los 18,000 dólares australianos. Aproximadamente un total de 227,490 pesos.
Este caso se presenta como un aviso a próximos navegantes. La sentencia dejó en claro que este tipo de incidentes serán tratados con severidad con un mensaje preventivo para situaciones similares en el futuro.
“Este incidente debería servir como advertencia de que el comportamiento delictivo a bordo puede tener un alto coste para el infractor. Es mucho más sencillo obedecer las instrucciones del personal de la aerolínea que causar problemas innecesarios que pueden acabar pasándote factura".
Shona Davis, superintendente interina de la AFP.
Ahora bien, en los últimos años las redes sociales y los vídeos compartidos por usuarios, nos han hecho testigos de numerosos incidentes. En ellos, vemos cómo el interior de un avión se transforma en un escenario de discusiones, y en los casos más graves, incluso en peleas entre pasajeros.
A pesar de que en muchas ocasiones el alcohol actúa como desencadenante, las causas de estos altercados son muy variadas. En su mayoría, terminan con la intervención de las fuerzas de seguridad y el desalojo de uno o varios pasajeros. Y aunque dichas situaciones no parecen nuevas, estos casos tienen un punto en común: se han disparado en los últimos años.
Según un informe de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), los “incidentes con pasajeros rebeldes” aumentaron un 47% posterior a la pandemia, entre 2021 y 2022. El análisis indica que, en un principio, los problemas se suscitaron por el incumplimiento de normativas como el uso obligatorio de cubrebocas.
Sin embargo, incluso después de que estas medidas se levantaron, los pasajeros continuaron con comportamientos disruptivos de otras maneras. Entre las infracciones más comunes, la IATA destaca fumar o usar vaporizadores a bordo, negarse a abrocharse el cinturón de seguridad, excederse con el equipaje de mano permitido y el consumo excesivo de alcohol.
El informe culmina con las orientaciones para prevenir estas situaciones, como campañas de concienciación sobre las consecuencias de un comportamiento indisciplinado, por ejemplo. Aunque el cambio no sea de la noche a la mañana, tal vez una infracción de cientos de miles de pesos sea una buena advertencia.
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