Me repito mucho con los robots y Japón, pero es que no encuentro otro sitio donde se hayan tomado tan en serio introducir a los autómatas en la vida diaria. Que los veamos como asistentes en una tienda, haciéndonos compañía o gestionándonos la entrada en un hotel, casi nos parece normal, posible, otra cosa bien distinta es cuando los relacionamos con los más pequeños de la casa.
Sí, hablo de meterlos en guarderías o jardines de infancia, monitorizando lo que hacen en sus jornadas, mostrándonos remotamente su relación con profesores y compañeros. No parece que haya intención de que esos robots vayan mucho más allá en la interacción con los críos, por eso no se interpreta ningún tipo de peligro en la situación.
Los japoneses también son pioneros en esto, y no es que se hayan inventando la supervisión remota de guarderías por parte de padres, que es algo extendido alrededor del planeta, pero sí los primeros en relacionar la idea con robots. Robots exclusivamente diseñados para monitorizar a niños, que seguro que son más capaces que unas "cámaras web".
Un pequeño paso para lo que está por venir
El robot en cuestión se llama Meebo, puede realizar actividades que diviertan a los niños, como bailar o lanzar preguntas, pero al mismo tiempo envía imágenes a sus padres, y se convierten en una semilla de lo que está por venir: un ejemplo, Meebo podría alojar un sensor de temperatura para conocer cómo se encuentra el pequeño, sin necesidad de tocarlo.
Meebo realmente es un robot existente en Japón, conocido como Sota y desarrollado por Vstone. No es la única alternativa barajada por la compañía que los está integrando en guarderías. Posiblemente veamos a Pepper de SoftBank o a Jibo, realizando funciones parecidas. En el siguiente vídeo podéis conocer a Sota, en su versión "normal", nos ayudará a hacernos una idea:
UniFa se llama la empresa que está realizando la transformación y despliegue de los robots, ofreciendo un servicio web para realizar la monitorización. Parece que tener allí a los robots, no le cuesta nada a las guarderías, el negocio está en cobrarles a los padres por usar el servicio. Su intención es tener al menos 10.000 unidades instaladas en 2018.
Vía | Nikkei Technology
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