Hace un rato andaba yo buscando información para escribir algo para Xataka México cuando me topé con este simpático robot, y me puse a leer acerca de él. KIBO es un robot específicamente diseñado para pequeños de 4 a 7 años. Es diferente que cualquier otro kit de actividades pues apela a los niños con mentes tecnológicas, pero también a aquellos que estén más inclinados al arte, a la cultura o a la actividad física.
La idea es que los niños (y niñas) construyan sus propios robots, programándolos para que hagan lo que ellos quieran y lo decoren a su gusto. KIBO les proporciona la oportunidad de materializar sus ideas, justo de la forma en que sus jóvenes mentes y cuerpos necesitan, y todo esto sin invertir tiempo detrás de una pantalla.
Creo que lo que más me llamó la atención de KIBO es su forma de lograr la programación a través de cubos de madera, con los cuales los infantes suelen estar familiarizados a corta edad, y que para funcionar, son escaneados por el propio cuerpo del robot, ya que contienen un código de barras de fácil lectura.
Diseñado para que los chicos jueguen sin limitaciones, KIBO les permite crear casi cualquier cosa, un personaje de una historia, un carrousel, un bailarín, un helicóptero de carreras, en fin, cualquier cosa que se les ocurra. Y lo hacen a través de una secuencia de instrucciones (programa) que se construye a partir de los KIBO blocks. Una vez escaneados los bloques con las instrucciones, al presionar un botón, KIBO cobra vida.
Con KIBO los niños aprenden a ser programadores, ingenieros, diseñadores, artistas, bailarines, coreógrafos y escritores. El respaldo que tiene KIBO es de más de 15 años de investigación en tecnologías de aprendizaje, liderada por Marina Umaschi Bers, profesora de la Universidad de Tufts, y jefa investigadora de KinderLab Research, KIBO ha sido probado por 300 niños y 50 maestros, lo cual garantiza de alguna manera que los pequeños quedarán encantados con este robot.
Escribir código o programar, es un nuevo tipo de alfabetización, pero ejercita músculos que son útiles para muchas otras actividades y habilidades, al jugar con KIBO, los chicos aprenden a programar ideas que están relacionadas de manera directa con conceptos fundamentales de matemáticas, literatura, ciencia y humanidades.
No podemos negar que a los chicos les encanta construir cosas, pero cosas que se muevan y respondan a sus órdenes, la robótica es capaz de juntar átomos y bits, es decir, el mundo físico y el computacional, y a través de ella, los pequeños pueden satisfacer sus intereses y curiosidades.
En fin, que me ha encantado descubrir esta iniciativa en Kickstarter y por eso la comparto con ustedes, para apoyar la causa y tener un KIBO en tus manos, la aportación es de 219 dólares.
Más información | Kickstarter
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