Muchas son las enfermedades que al ser detectadas en etapas tempranas, permiten su erradicación, y con ello otorgan al paciente una buena calidad de vida, sin embargo, la detección oportuna no siempre es factible, debido en gran medida a que no contamos como mexicanos con una cultura de prevención por un lado, y por otra parte, son pocas las pruebas de laboratorio que nos ayudan a conocer nuestro estado de salud a través de una detección temprana de diversos padecimientos.
Tomando esto en cuenta, Álvaro García Cruz, - ingeniero químico por la Universidad de Guanajuato, maestro en catálisis y física química, y es doctor en bio y nanotecnología por la Universidad de Lyon - se propuso aplicar sus conocimientos en el desarrollo de sensores electroquímicos que pudieran ser utilizados para la detección temprana del cáncer y otros padecimientos.
Este sensor está compuesto de una parte sensible y una parte electrónica, el mecanismo electrónico es prácticamente el mismo sin importar el tipo de padecimiento que desee detectarse, en cambio, la parte sensible cambia de una prueba a otra ya que puede estar formada por una enzima, un anticuerpo o un polímero.
Cabe mencionar que la parte sensible se fabrica con técnicas de impresión de bajo costo y que todas las reacciones se miden a través de una gota de sangre que es centrifugada para separarla en sus distintos componentes, y así poder detectar los niveles de citosinas o interleuquinas que al estar presentes en altas cantidades son indicativas de un incipiente desarrollo de cáncer en el organismo.
Álvaro se encuentra ahora desarrollando este biosensor en el Instituto de Físico-Química de la Academia de Ciencias de Polonia, el sensor trabaja con un polímero denominado polipirrol que es altamente sensible y en el cual se fijan anticuerpos específicos para la detección de algún biomarcador, al encontrarse, se genera un cambio eléctrico que se mide con la parte electrónica del dispositivo.
Actualmente esta técnica es ligeramente intrusiva, ya que funciona con una gota de sangre, pero se encuentra en etapa de perfeccionamiento para que a través de la saliva sea posible detectar también esos biomarcadores. En un primer momento las pruebas se realizaron con plasma humano prototipo, y después se hicieron con plasma real, este dispositivo es el resultado de una colaboración entre varios investigadores y universidades europeas en diversas áreas del conocimiento, y se estuvo desarrollando durante tres años.
Este dispositivo está disponible para cualquier persona, pero la idea no es la de comercializarlo, sino la de generar vías alternas a la detección oportuna de enfermedades.
Muchas veces he escuchado que "No hay nada nuevo bajo el sol", sin embargo, cada vez que me topo con algún investigador utilizando sus conocimientos en una aplicación innovadora, capaz de solucionar uno o varios problemas de la humanidad, reitero que aún queda mucho por ser descubierto y que no todo está perdido.
Más información | Research Gate
Ver 1 comentarios