Estudiantes de bachillerato del CECyT 9 del IPN han desarrollado un vehículo que podría sacar de aprietos a las ciudades que padecen de inundaciones cuando llueve (muchas de ellas en nuestro país), y esto lo hicieron con el ingenio del mexicano aplicado a un par de tablas y una lona.
Este vehículo mide 1.7 metros de largo por 60 cm de ancho, su construcción se basa en una lona que fue adherida (sellada) a un par de tablas de madera, una de las tablas será la encargada de llevar los motores, la dirección, una hélice y al conductor.
Los alumnos Nariat Benítez, Jorge Caballero, Valeria Camacho, Armando Díaz, Diego Gallegos, Karla García, Héctor González, Daniel Luis, Daniel Ríos y Ulises Varela se encargaron de aplicar el principio de Pascal a este prototipo y detallan su funcionamiento de la siguiente manera:
Cuando se infla la lona el aire escapa por una serie de agujeros hechos en la tabla inferior, lo que genera una especie de cojín que permite al prototipo moverse en cualquier superficie horizontal, como podrían ser tierra, agua o zonas lodosas.
Pero el vehículo en sí está bastante equipado, cuenta con dos alerones de aluminio, volante, radiocontrol para la velocidad y la aceleración, además un sensor ultrasónico de distancia para evitar los obstáculos. Por ahora el prototipo puede solo llevar hasta 80 kilos de peso. Este experimento permitió a los alumnos aplicar conocimientos de física, mecánica, electricidad y electrónica.
Sinceramente si un vehículo de estas características estuviera disponible para ser comprado, seguramente serían muchas las personas que optarían por tener uno, debido a que como sabemos, en muchas de las ciudades del país, el drenaje pluvial es bastante deplorable.