Los alerones y flaps para las aeronaves se elaboran a partir de materiales compuestos que unen sus propiedades para tener mejores características mecánicas y aerodinámicas, con el fin de desarrollar materiales sustentables, Bidrit Ramírez, estudiante de la Universidad Aeronáutica de Querétaro, decidió experimentar con la fibra y la baba del nopal para elaborar materiales altamente resistentes que pudieran utilizarse en aviones.
La elaboración de este compuesto es sencilla, se toma una penca de nopal de cierta edad para que su corteza esté endurecida, se remueve la corteza y se extraen sus filamentos, éstos se tejen y se bañan con baba del mismo nopal, es decir, una capa de celulosa que le brindará flexibilidad y alta resistencia después de dejarlo secar por un rato.
Cuando se ha secado la celulosa, se hidrata y se somete a presión para compactar la estructura y que no haya espacios, después de terminado este proceso, el análisis bajo el microscopio permite observar la composición de este nuevo material. El prototipo elaborado se mezcló con resina epóxica para que endureciera fácilmente el compuesto, y paradójicamente, si bien es cierto que la resina epóxica suele disolver cuanto material se sumerja en él, la fibra de nopal no se desintegró, sino que se acopló perfectamente creando un material de gran dureza.
Por lo pronto se siguen haciendo pruebas de presión para saber qué tan resistente, duro y flexible es el material, ya que de no cumplir con determinadas características, no podría ser empleado en aviones, pero ahora mismo es posible utilizarlo en el área automotriz y deportiva. La investigación aún se encuentra en pañales, pero poco a poco se irá mejorando el material, lo más importante es crear una patente, y después hacer una investigación más extensa para poder comercializar las fibras de acuerdo con todas las aplicaciones que puedan lograrse.
Imágenes | Carta de México | Agencia ID
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