"En lo que más se gasta en comida". Es lo que siempre me repetía mi mamá y mi familia antes de independizarme y tienen razón. Es fundamental, lo que más se consume en casa y lo que más debe cuidar, por lo mismo hay que aprender diversas técnicas para mantener los alimentos en buen estado y hasta alargar su vida útil, una de esas maneras es congelando.
Así es, la congelación de alimentos es una práctica común entre nuestros familiares (adultos mayores), así como en la industria alimentaria, ya que permite conservarlos por períodos prolongados. Sin embargo, un nuevo mito de internet ha llenado de dudas esta práctica, y surge la pregunta: ¿congelar comida elimina sus nutrientes?
Es recomendable congelar alimentos
La respuesta corta es sí; las razones pueden ser variadas. Es decir, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la congelación es uno de los métodos más efectivos para preservar los alimentos, ya que ralentiza la actividad enzimática y microbiana que causa su descomposición. En palabras más burdas, te ayuda a que tus alimentos duren sanos y frescos durante más tiempo.
También es cierto que esta técnica no es nueva. Congelar alimentos es un recurso que nos permite extender el período de tiempo en el que podemos consumirlos. Algunos especialistas mencionan que congelar alimentos es como presionar un "botón de pausa", que extiende el tiempo disponible para consumirlos. De hecho, la causante de esto es el agua que tienen, pues al congelarse forma cristales que logran mantener a salvo tu comida de los microorganismos encargados de la descomposición.

¿Congelar alimentos afecta a los nutrientes?
En uno de los últimos mitos de internet, se dijo que congelar alimentos era malo, puesto que, con esto, se perdían todos los nutrientes de la comida y no valía la pena. Pero, ¿qué dice la ciencia? Una investigación de la Universidad de Guadalajara (UDG) sugiere que la congelación puede ser incluso beneficiosa para preservar ciertos nutrientes.
Por ejemplo, en el caso de las verduras. Si las congelas casi inmediatamente después de su cosecha, puedes retener más vitaminas y antioxidantes si se almacenan frescas y a temperatura ambiente por varios días. Esto se debe a que el proceso de congelación detiene la oxidación y la degradación natural de los compuestos bioactivos.
Por otro lado, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) indica que la congelación puede causar una ligera reducción en el contenido de vitaminas hidrosolubles, como la vitamina C y algunas del complejo B, debido a la exposición al frío y a la posible formación de cristales de hielo. Esto dañan las estructuras celulares de los alimentos. No obstante, el estudio destaca que las vitaminas liposolubles (A, D, E y K) y los minerales permanecen prácticamente intactos. Aunque es importante decir que las vitaminas eliminadas son tan mínimas que no afectan realmente.

Por otro lado, el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMNSZ) advierte que, si bien la congelación es un método seguro, es crucial seguir buenas prácticas de manipulación y almacenamiento. Por ejemplo, si descongelas y recongelas el mismo alimento en repetidas ocasiones, sí puedes provocar una pérdida importante de nutrientes y afectar la calidad del producto.
Con todo esto, podemos concluir que la congelación de comida no elimina por completo los nutrientes, aunque sí podría causar una ligera reducción en el contenido de algunas vitaminas hidrosolubles. Pese a ello, sigue siendo una opción viable y segura para conservar los alimentos, siempre que se sigan las recomendaciones adecuadas de manipulación y almacenamiento.
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