Estamos en la recta final del Campus Party México 2014, un evento que ha llenado las expectativas de muchos, decepcionado a otros y que también ha llamado la atención de medios no involucrados con la tecnología, debido a la conferencia "Hackeando al sexo femenino" impartida por Eduardo Zepeda, exjefe del Departamento de Uso Ilícito de Internet en la Policía Cibernética de la Policía Federal.
Una conferencia que fue evidentemente mal planteada, pues el objetivo de hablar sobre Ingeniería Social se perdió tras los primeros minutos, tanto de la vista del ponente como de quienes lo escuchaban. La analogía de la mujer con un sistema susceptible de ser hackeado poco a poco comenzó a causar el disgusto de los participantes.
Pero no, el disgusto no fue solo por la analogía, fue más por la forma inapropiada en la que el ponente se expresaba, tanto en su lenguaje, como en sus imitaciones de la mujer y en sus sarcasmos. Por que además, se refería a la mujer como una persona absolutamente voluble e interesada únicamente en ropa y zapatos. Y eso último, no debe ser aceptado como normal, mucho menos en un evento donde se demuestra que la mujer está cada vez más inmersa en el mundo de la tecnología.
Quienes venimos a Campus Party, venimos con la intención de vivir la mejor experiencia, de aprender, de compartir, de conocer gente nueva, proyectos nuevos, avances tecnológicos y de escuchar conferencistas de primer nivel, dentro de un marco de respeto y equidad. Aquí, he visto personas en sillas de ruedas, he visto con agrado el esfuerzo de la organización por tener traductores para sordomudos, he visto a padres y madres con sus hijos, he visto un esfuerzo por que sea un evento incluyente. Pero falta mucho por mejorar.
Los involucrados en "Hackeando al sexo femenino" ya han dado sus disculpas: APPlícate, Campus Party e Infotec, Conacyt se ha deslindado y Wikimedia ha marcado su postura. Pero eso no basta. No le basta a las mujeres que participamos activamente en la creación de software, en la implementación de soluciones, a quienes nos hemos esforzado por obtener un título y hacer carrera profesional en este ámbito dominado por el género masculino.
No basta, cuando menos del 25% de los puestos de trabajo en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas son ocupados por mujeres. Hecho del que adolecen y han sabido reconocer los ejecutivos de Google, quienes incluso apoyan e impulsan el papel de la mujer en el área tecnológica, con campañas como la de Made With Code que recientemente han lanzado.
Un dicho popular dice "No hagas cosas buenas que parezcan malas, ni malas que parezcan buenas" y lo ocurrido en Campus Party es una clara muestra de ello. Un buen tema, quizá un buen ejemplo, pero una forma de exponerlo que ha dejado un mal sabor de boca.
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