El día que supimos por fin qué fue lo que encendió las luces del oscuro universo primigenio: las galaxias enanas

Galaxia Enana Hubble
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En 2024, investigadores revelaron que las galaxias enanas habrían sido las primeras fuentes de luz capaces de reionizar el cosmos. Esta revelación se obtuvo a partir de datos combinados de los telescopios Hubble y James Webb. Dicha investigación, publicada en Nature, abre una nueva ventana para comprender cómo un universo oscuro y denso se convirtió en el vasto escenario luminoso que observamos hoy en día.

Al poco tiempo del Big Bang, el universo estaba lleno de un plasma caliente y denso, donde la luz no podía verse porque se dispersaba en una especie de niebla formada por electrones. Cuando el universo se enfrió (unos 300,000 años después), se formaron átomos de hidrógeno y helio, y nacieron las primeras estrellas. Estas, con su luz, comenzaron a ionizar el gas. Con el tiempo, la intensa radiación hizo que el gas se convirtiera en plasma ionizado.

El rol crucial en la reionización cósmica

Gracias al estudio de galaxias enanas distantes, los investigadores descubrieron que estas fueron los primeros objetos lo suficientemente luminosos para reionizar el universo primitivo. Los datos revelan que emitieron cuatro veces más radiación ultravioleta de lo que se pensaba inicialmente. Estas galaxias enanas producían fotones ionizantes que transformaban el hidrógeno neutro en plasma ionizado.

Iryna Chemerynska, coautora del estudio, explicó que “este descubrimiento desvela el papel crucial desempeñado por galaxias ultra-tenues en la evolución temprana del universo". Además dijo que "esto subraya la importancia de entender galaxias de baja masa en la construcción de la historia del universo".

Como informa Science Alert, los científicos han recurrido a los potentes telescopios Hubble y James Webb para analizar estos recónditos rincones del cosmos. El programa UNCOVER, que utiliza el NIRSpec y NIRCam del JWST, ha permitido observar las galaxias más antiguas, y analizar luz emitida en los albores del universo, mediante imágenes y espectros.

James Webb Space Telescope Pillars Telescopio James Webb. Imagen | ESA

El programa GLIMPSE

Los autores del estudio se preparan para explorar nuevos puntos del extrarradio del universo observable. Buscan afinar la precisión de sus mediciones para poder generalizar sus hallazgos. El equipo se propone confirmar si los resultados iniciales son aplicables a otras regiones. Esta fase permitirá ampliar nuestra comprensión del cosmos de forma integral.

Los científicos planean aprovechar otro cúmulo galáctico, Abell S1063, para sus próximas observaciones. Este cúmulo forma parte del innovador programa GLIMPSE, que combina técnicas avanzadas. La estrategia incluye el uso de lentes gravitacionales y el imán NIRCam. Estas herramientas permiten estudiar con detalle la formación de las primeras galaxias.

El equipo busca determinar si los hallazgos del primer estudio se extienden a todo el universo. Los científicos quieren saber si la región observada es representativa o si posee características únicas. La investigación se centra en las galaxias enanas, las cuales habrían sido los objetos más comunes en el universo primigenio.

Imagen | ESA

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