Si perder las llaves es frustrante, no creo que nadie pueda imaginar la impotencia y desazón con la que Stefan se ha enfrentado luego de perder los datos de acceso a sus llaves digitales que le permitirían ingresar a una cartera digital donde desde hace año están sus Bitcoins.
Si pudiera tener acceso a sus 7,002 Bitcoins, hoy sería multimillonario con poco más de 220 millones de dólares a cuenta, incluso después de la caída del 20% de su valor de hace unos días.
Lo que sucede es que Stefan guardó su password en un disco duro IronKey, según le cuenta a The New York Times, historia que fue recopilada en un artículo con varias historias de dueños de Bitcoins que han perdido sus claves con el paso de los años. Stefan ha pasado cientos de horas intentando descifrar cuál es la contraseña del disco duro, lo que le permitiría conocer la contraseña que utilizó en su cartera digital. Diez intentos tiene, y ya ha utilizado ocho de ellos; si se cumplen los diez intentos, la información quedará encriptada para siempre.
"Me iba a la cama y solo pensaba en eso"
Stefan es un programador que decidió anotar en un papel la contraseña para su disco IronKey hace años; del papel nadie volvió a saber nada más, aunque desde luego conserva su disco duro. Desde entonces, Stefan reconoce que a ratos no puede dejar de pensar en el problema. "Me iba a la cama y solo pensaba en eso" le contó a The New York Times.
La rutina consistía en sumergirse en la frustración, pensar en una nueva estrategia para desbloquear su disco duro, levantarse a la hora que fuera para pasar horas y horas frente a la computadora, solo para entonces volverse a dar por vencido, y convencerse de que una nueva idea, la definitiva ahora sí, llegaría a su cabeza para desbloquear el disco. Ocho intentos fallidos después, Stefan es multimillonario en Bitcoins, pero no tiene forma de reclamar su dinero.
La historia de Stefan en The New York Times atrajo miradas y entrevistas. Varios medios se pusieron en contacto con él para saber más sobre cómo es ser rico sin serlo realmente. A abc, Stefan precisó que han pasado nueve años desde que se dio cuenta que se había quedado sin acceso a su cartera digital.
La buena noticia, dice es Stefan, es que ha tenido por tanto suficiente tiempo para afrontarlo y hasta "hacer las paces con la situación"; sin embargo, no imagino a nadie que quiera estar en sus zapatos cada vez que hay una noticia sobre nuevo récord histórico de Bitcoin.
De vuelta a 2012, Stefan debió haber sentido un hoyo en el estómago cuando se dio cuenta de que no encontraba el papel en el que había escrito su contraseña. "Tú mismo te preguntas hasta tu valor ¿qué tipo de persona pierde algo tan importante?" le dijo a abc
Está en la naturaleza del Bitcoin que en casos como los de Stefan, no haya mucho qué hacer. Sin institución bancaria, sin gobierno que regule, no hay quien respalde una inversión. Todo se reduce en algunos casos a un papel con unas letras y números escritos en él. El algoritmo creado por el anónimo personaje Satoshi Nakamoto, concibió la criptomoneda más popular hasta la fecha. Cuando Stefan perdió sus contraseñas de vuelta a 2012 cada Bitcoin valía 13 dólares aproximadamente; en enero de 2021 cuesta 34,600 dólares.
En pesos mexicanos, eso equivale a que en 2012 Stefan tenía cerca de 1.1 millones de pesos mexicanos. Esos mismos Bitcoins ahora valen 4,800 millones de pesos.
A Stefan le quedan dos intentos en su disco IronKey, pero ha perdido la esperanza desde hace tiempo. Hizo las paces con la situación y asegura que "el tiempo sana todas las heridas". Ha tenido incluso que replantearse su relación con el dinero para llegar a la sana conclusión de que es todo para él; si lo fuera, Stefan viviría frustrado para siempre.
Luego de la notoriedad que ha tomado su historia, Stefan asegura que gente de todo tipo ha intentado contactarlo. Está claro el asunto mediático, pero hasta espiritistas, personas que se dicen ser psíquicos y mediums se han acercado a él.
Stefan, que se ha mantenido alejado de toda pseudociencia que le han intentado vender, utiliza ahora su historia para alertar a quienes ingresen al mundo de las criptomonedas sobre la importancia de una estricta seguridad y almacenamiento de contraseñas.
Para Stefan, no queda más que reconciliarse con su despistes, y seguir adelante.
Ver 10 comentarios