La racha positiva para quienes siguen invirtiendo en bitcoin no termina. Algunos lo dieron por muerto, pero quienes no lo hicieron y le usaron como método para seguir ganando dinero no les ha ido nada mal. Para muestra un botón: quienes invirtieron 10,000 pesos en bitcoin el 1 de enero de 2023, ahora tienen 23,600 pesos.
Luego de un 2022 catastrófico, el bitcoin utilizó 2023 para mostrar resiliencia. Su valor empezó en los 19,000 dólares y ha llegado a 45,000 para el 1 de enero de 2024, exactamente 12 meses después. Su ganancia del 136% ha sido impulsada por un rally que comenzó en octubre y que tiene como motor la esperanza de que el bitcoin llegue a más personas. El aumento súbito se debió a la posibilidad de que la empresa de fondos más grande del planeta, BlackRock, lance un nuevo ETF que seguirá el valor del bitcoin, lo que haría más fácil invertir en él y contribuirá, en teoría, a que personas ajenas al mundo cripto utilicen al bitcoin como mecanismo de inversión.
Dinero, dinero dinero
Buenos deseos aparte, nadie sabe con certeza qué pasará con el mencionado ETF. Pero como pasa en el mundo cripto y en todo el territorio de la especulación, los rumores pueden ser suficientes para dar buenos dividendos. El último bloque del espectacular rally del bitcoin y que terminará con la temporada de rumores podría ser colocado tan pronto como el 10 de enero. Reuters consiguió información de fuentes que le dijeron que varios emisores podrán lanzar sus propios ETF basados en bitcoin antes de esa fecha, ya no solo BlackRock.
La noticia que debe poner de mejor humor a los entusiastas del mundo cripto es prometedora: según Reuters, la comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos dará luz verde a emisores tan pronto como el miércoles o jueves de esta semana.
Todo puede pasar a partir de que un ETF del bitcoin sea lanzado. En el corto plazo puede provocar un leve declive en el precio, un efecto que responde al clásico "compra el rumor, vende las noticias", lo que quiere decir que entusiastas compran cuando inicia el rumor y venden de manera inmediata cuando hay un anuncio para, de esa manera, maximizar ganancias. Independientemente de lo que suceda en el corto plazo, a plazo medio el bitcoin podría verse fortalecido por el acceso de nuevos jugadores como inversores más seguros y ajenos al mundo cripto. Más inversores equivale a más dinero, lo que implica más interés y demanda en el bitcoin. La clave está en que los mercados estarían enviando un mensaje claro: el bitcoin por fin ha sido aceptado.
El dilema cripto
En el rubro más tech y filosófico del mundo cripto también se discute qué le hará un ETF al bitcoin. La naturaleza del ETF administrado por un gran bloque corporativo es centralizada, exactamente lo opuesto de la propuesta bitcoin esculpida por Satoshi Nakamoto. Lógicamente, la oposición no es completa, pues hasta los holders del bitcoin (aquellos que compraron bitcoin y se aferran a mantenerlo sin importar lo que pase con su valor en el corto y mediano plazo) ganan mucho de las altas valuaciones que solo se consiguen si el mercado acepta al bitcoin como un mecanismo legítimo de inversión y, de paso, le facilita la entrada a nuevos inversores. Filosofía cripto o ganancias estables, vaya dilema.
Claro que seguir el precio del bitcoin a través de un ETF facilitará la entrada de dinero, generará comisiones para las grandes empresas de fondos (nada centralizado en el mundo financiero se hace sin obtener ganancias) y, en el mejor de los casos, volverá al bitcoin mainstream. Pero no hay que dejar pasar que quienes inviertan en un ETF no tendrán bitcoin realmente. La paradoja es, de a menos, entretenida: la idea de la descentralización vendida con mecanismos centralizados para hacer más dinero. ¿Qué podría salir mal?