El 2013 fue un año muy significativo para NVIDIA al anunciar para el mercado consumidor los primeros productos basados en lo mejor que la arquitectura Kepler tenía para ofrecer usando el corazón de una supercomputadora, el GK110 (Big Kepler).
En este caso nos enfocaremos en la GeForce GTX TITAN y la GeForce GTX 780 Ti que fueron lanzados como productos prácticamente idénticos, compartiendo la misma estética y especificaciones, pero orientados a diferentes propósitos.
Continuando con esa filosofía en la que la GeForce GTX TITAN terminó siendo una tarjeta para cómputo ideal para profesionales, y la GeForce GTX 780 Ti como una opción más atractiva en precio y rendimiento para gamers, el segundo anuncio importante de esta semana fue sobre la GeForce GTX TITAN Black.
Al igual que su predecesora, la GeForce GTX TITAN Black entra a escena como una nueva opción para cómputo intensivo orientada para el rango de precios de los 999 dólares compartiendo algunas semejanzas de la GeForce GTX 780 Ti.
En primer lugar, utiliza una variante del GPU GK110 completo con 15 SMX habilitados que dan lugar a 2880 CUDA Cores, 240 TMUs y 48 ROPs. Ahora también cuenta con el doble de memoria de 6GB GDDR5 con bus de 384-bits. Y por otra parte, las frecuencias en GPU/Boost se han incrementado un 1.6% y 5.6% comparado a la GTX 780 Ti, mientras que la memoria trabaja a 7 GHz.
Con lo anterior podría decirse que se trata de otra GeForce GTX 780 Ti pero en color negro. La realidad es que esta segunda TITAN brilla al poder entregar un rendimiento de cómputo de simple precisión de 5.1 TFLOPs y de 1.3 TFLOPs en cómputo de doble precisión, comparado a los 4.5 TFLOPs y 1.3 TFLOPs que entrega GTX TITAN, y a los 5 TFLOPs y 210 GFLOPs que entrega la GTX 780 Ti.
Lo mejor de todo es que tiene un TDP de 250W que es incluso 50W menor a las Radeon R9 290 Series que utilizan el GPU Hawaii XT.
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