Sin lugar a dudas, la ruptura entre Motorola y Telcel cae como balde de agua fría, ya que por un lado tenemos a uno de los fabricantes más queridos dentro del país, mientras que por el otro tenemos la opción número uno al adquirir un nuevo equipo, por ello es obvio que habrá daños colaterales.
En este fuego cruzado, una de las mayores víctimas serán los usuarios ya que estos han estado esperando durante un largo tiempo la llegada de la nueva versión de Android a sus dispositivos, y parece que así se quedarán, ya que la actualización tiene que llegar de las manos de Telcel.
Lamentablemente ninguna de las dos partes se ha declarado al respecto hasta el momento, y en cuanto al tema de las actualizaciones, estamos entrando en una área bastante gris ya que hasta ahora lo más que podemos realizar son suposiciones y conjeturas.
Telcel como último responsable
Para comenzar, cabe recordar el procedimiento que se sigue para liberar una actualización, que a muy grandes rasgos, Google libera la actualización, luego el fabricante la adapta a sus equipos y luego la pasa al operador o la manda directamente si el equipo no se compró con este último.
Hasta aquí, esto quiere decir que Telcel es el responsable final de liberar la nueva versión, pero seguramente algunos pensarán ¿y por qué no la manda directamente Motorola?. Bueno, resulta que no es posible, ya que dentro del sistema, los equipos vendidos a través de un operador buscan la actualización en los servidores de este, y por ser un parámetro de fábrica, no se puede sobrescribir.
Y de aquí, pasamos a un rumor que nos explicaría la ruptura entre las empresas: Telcel tiene desde junio del año pasado la actualización de ICS para los RAZR y nunca pudo enviarla. Agregando esto al hecho de que Telcel no se destaca por enviar rápido (o alguna vez) las actualizaciones para los equipos y que Motorola se ha enfocado mucho en eso durante sus últimos lanzamientos, tendríamos un típico caso de "diferencias irreconciliables".
Por lo que resta, una de las opciones sería liberar el bootloader del equipo e instalar las actualizaciones de manera manual, mientras que por el otro, podemos esperar algo de tiempo para ver si Motorola nos ayuda durante esta pequeña guerra. Como moraleja: es mejor comprar los equipos fuera de las operadoras.