Tener nuestras aplicaciones actualizadas nos permite disfrutar de nuevas características que pueden resultar bastante útiles, por ello muchas veces estamos al pendiente de noticias e incluso nos descargamos la APK cuando no nos ha llegado la nueva versión.
Sin embargo, no siempre las cosas pueden salir bien, ya que las aplicaciones son hechas por desarrolladores, y estos son humanos (aunque algunos digan que son máquinas) y pueden cometer errores, por lo que una actualización puede empeorar las cosas en lugar de mejorarlas.
Google parece estar al tanto de estos problemas, y ahora les permite a los desarrolladores frenar una actualización, por lo que si alguna nueva versión hace que la aplicación deje de funcionar o esta causando problemas, se podrá detener y evitar que más usuarios la tengan en sus equipos.
Vía | Android Central