Los juegos de conducción anteriormente no presentaban muchas variedades, solamente podíamos encontrar simuladores o arcades, en los que cambiaba a grandes rasgos el sistema de conducción y los daños que tenían los autos, pero de pronto apareció Criterion con una idea muy loca con Bournout, donde la velocidad se podía mezclar con las explosiones para lograr un espectáculo a la vista, inclusive en la actualidad vemos que muchos juegos siguen retomando elementos que crearon en su momento para la especie de mundo abierto.
Al ver el potencial del estudio la gente de EA decidió comprarlos en 2004 y con ello lanzaron una cantidad grande de juegos de la franquicia que solo provocaron que cada vez perdieran calidad y el interés de la gente para terminar en el olvido y con ello su nueva misión fue Need for Speed, trabajando desde 2010 hasta 2013 en la franquicia, con resultados positivos en un inicio, pero con Rivals no lograron buenos comentarios, provocando que los fundadores abandonaran el estudio.
En la actualidad decidieron crear Three Fields Entertainment, un estudio muy pequeño que decidió regresar a las bases, pero para ello olvidaron los autos por un momento y se enfocaron al Golf, aunque como era de esperarse, la destrucción sigue siendo la pieza clave de la experiencia.
Destrucción con estilo
A primera vista podría parecer que nos encontramos con una especie de juego de mini golf en lugares comunes, donde lo lógico sería jugar de la manera más elegante para no romper nada, pero aquí es todo lo contrario, en esencia es un juego arcade de golf, pero también tendremos el factor destruición, convirtiéndolo en un juego con elementos de puzles y estrategia a la par.
La idea es que la bola llegue al hoyo como en el deporte, pero el extra aquí es destruir la mayor cantidad de elementos posibles para tener una mejor puntuación, es por ello que deberemos analizar la fuerza y trayectoria de nuestro tiro con un poco de geometría, pero como el instinto lo indica, debemos romper la mayor cantidad de cosas y mientras luzcan más frágiles como una torre de copas de vino, sabremos que tendremos más éxito, en lugar de lanzarla contra una fila de sartenes, para ello contamos con objetivos y con un botón que mandará toda la pantalla en escala de grises, destacando en dorado lo que no debemos dejar pasar.
Tenemos una cantidad limitada de tiros, lo mejor es que el primero sea para destruir lo más valioso, el segundo para seguir con nuestra racha, pero colocándonos cerca del hoyo para no fallar en el tercer tiro y que se pierda nuestro puntaje ya que tendremos un mínimo para avanzar por nivel.
Contaremos con potenciadores, el tiro inicial podrá ir normal, teniendo una buena marca podremos hacer que nuestra bola entre en llamas y tengamos una destrucción masiva, además de que podremos controlar un poco los movimientos cuando se encuentre botando, este nos servirá más que nada para podernos colocar en una buena posición.
En cuestiones del control nos encontramos con dos estilos importantes, el simplificado que será el que jugará la mayoría y que apareció en un parche después de su lanzamiento después de algunas quejas de la comunidad en el que solamente tendremos el indicador de potencia y sin preocuparnos de nada más, a diferencia del avanzado en el que encontraremos muchos valores para modificar, pero en cuestiones prácticas y para el estilo de Dangerous Golf lo mejor que tenemos que hacer es relajarnos y destruir todo.
Una diversión que disminuye con el paso de las partidas
Tendremos cuatro entornos diferentes que presentan varios escenarios, en un total de cien pruebas, agradecemos que premian a la curiosidad del usuario con la posibilidad de encontrar lugares secretos con más elementos valiosos para destruir.
En un inicio el juego puede parecer muy sencillo pero vamos mejorando nuestra técnica y la diversión aumenta, pero como era de esperarse podría volverse repetitivo, se disfruta mejor con experiencias cortas de varios niveles para que no nos canse la formula. Un punto negativo es que no recibimos una explicación mínima de cómo podríamos sacar un mayor provecho de nuestras capacidades, contamos con un tutorial en video que no servirá de mucho.
El modo solitario, aunque podremos competir con nuestros amigos o en puntuaciones generales de internet, pero nada más, lo mejor es jugar en pequeños lapsos que tengamos con otros títulos. Su duración en general superó las 8 horas, siendo positiva, pero regresando al punto original puede ser pesado en jornadas muy largas.
Un regreso muy digno del estudio
Visualmente y para nuestra sorpresa el juego nos muestra muy buenos resultados, aprovecha los espacios pequeños para ver un gran resultado con las partículas en las explosiones, todos los modelados reaccionan muy bien ante los impactos, además de que dependiendo el material en el que impactemos, la velocidad y fuerza de nuestra bola podría disminuir.
La taza de cuadros se mantiene muy bien cuando destruimos los escenarios, no significa que sea el mejor juego visualmente que podemos encontrar, pero por el tipo de proyecto y presupuesto, sus resultados son admirables.
Lamentablemente en el aspecto sonoro no tenemos buena música, en realidad parece que no existe y pasará desapercibida, nos hubiera gustado tener un poco de más dinamismo aunque por el estilo del juego podía ser complicado, aunque en los efectos sonoros va muy bien, sentimos que estamos en el lugar donde rompemos todo.
Muchos podían tener más expectativas del trabajo de Three Fields Entertainment, pero al ser un estudio independiente con solamente once personas creemos que es un buen inicio de buscar a los fanáticos que les dieron la oportunidad de Burnout, muchos lo compararán de inmediato con el modo crash que tenía el juego de autos que se trataba de una especie de minijuego y en realidad es una experiencia similar.
Vale mucho la pena que conforme avancemos en el juego, podamos probar el control que es un poco más profundo en el que el reto será mayor, al igual que la satisfacción, la experiencia es divertida y extrañábamos los juegos arcades donde no buscan complicarse las cosas y la única meta es divertir con una idea sencilla.
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