Siendo una entrega que muchos queremos, nació en la generación pasada de consolas y ya dio su primer salto de consolas mas no lo dio del todo seguro ya que es el primer año donde saca dos entregas, en consolas de sobremesa, en un mismo año. Uno para los de la generación en curso y otro para la pasada: Assassin’s Creed Rouge es para que aquellos que no han decidido adquirir una nueva consola y tengan “un título nuevo” de la Hermandad de Asesinos, ¿qué tan favorable? Honestamente no mucho.
Antes de explayarnos aclaremos una cosa: amamos la saga de Asassin’s Creed. Una vez dicho eso podemos decir que nos sentimos un poco defraudados. Basta con pensar que es un juego forzado para querer sacar la mayor ganancia invirtiendo lo menos posible, tomando lo más aceptado por la mayoría: batallas navales y una historia que “prometía”, sólo eso. Ubisoft debió organizarse más, consentir a sus fieles seguidores.
Una historia forzada
De antemano no esperen una explicación a gran escala de su historia, más porque no es nuestro estilo. Basta decir que con el anuncio de Rouge prometieron ser el primer (de muchos) juego donde blandiremos navajas en contra la Hermandad de Asesinos; siendo templarios, y “marcaremos diferencia”. Es un spin-off que ligará Assassin’s Creed 4: Black Flag con Asassin’s Creed 3 (cronológicamente hablando) del lado donde no seremos descendientes y estaremos hombro con hombro con el templario Haytham Kanway. Pero peca de predecible. La parte de “el presente” estará y se sigue siendo un relleno, no aporta gran cosa; por no decir nada, y sería mejor que Ubisoft por fin le diga adiós y centre más su atención en las simulaciones. Tal vez funcionará mejor que “el presente” lo maneje como animaciones o simplemente dejarlo de lado.
El gameplay prometía ser igual a su predecesor, teniendo batallas navales por donde sea y que sería igual de amplio. De entrada: Si odiaron las batallas navales, aléjense del juego, no es lo suyo. Sí tenemos extensiones de mar e innegablemente es lo que más abunda pero no tanto como Black Flag. No lo es, es más chico y aunque resulta ser la “manera más efectiva de transportarse”, esta vez el mar no rodea tierra, es casi el mismo territorio en tierra como en mar, por ende hay menos actividades marinas que cubrir.
Errar es de humanos
“Aquel que esté libre de pecado que arroje la primera piedra.” Un dicho muy famoso y cierto, dado que ningún juego está libre de glitches/bugs, no lo juzgamos; mucho menos pretendo decir que la saga es la única que tiene errores, no. Pero en esta ocasión exageraron, ya que el 90% del juego está reciclado: barcos, decoraciones, la única ciudad; son reúso de las última dos entregas, hasta en una ocasión figuró el perfil de Edward Kenway. Siendo que no se esforzaron en crear nuevas cosas, pone muchos huecos en el juego y al no estar completamente pulido genera muchos bugs, cosa que no debieron existir ya que está reciclado.
Por más de una ocasión se trabó nuestra partida y la carga de textura es latente, casi podríamos decir que cada 30 minutos veía algún error de desarrollo y eso lo transforma en algo contraproducente. No es algo que con un parche no se solucione pero ya cumplió su primera semana y aún no lo parchan, aún con eso, el producto final es bastante mediocre. Mínimo con su entrega pasada se regodeaban con sus mejoras en todo ámbito y los problemas generados lo solucionaban de inmediato, lástima que en Rouge no.
Un juego que no debió existir
Teniendo errores tangibles e historia bastante predecible, la atención de Ubisoft se debía presentar única y exclusivamente en la salida de la entrega de Xbox One y PS4; Assassin’s Creed Unity, y si se querían aferrar a la idea de sacar un juego para la past-gen debieron diferir en fechas. Retrasar Unity meses no habría afectado las ventas o Rouge; enfocarse en uno solo.
Por si fuera poco, no le prestó servidores de Multijugador; en efecto carece de ello. Aquellos que disfrutaron eso que podría alargar la vida del título, desapareció.
“Ser el primer juego de Templarios” no es excusa para entregar un producto así, ciertamente de querer vendernos la idea, hubiéramos saboreado más una serie, película animada o, ¿por qué no? Un simple DLC de Assassin’s Creed Unity, es mucho juego para su título. Su historia es corta y pretende ampliar su durabilidad con “misiones” que en si no son largas y no afectarán en lo más mínimo; es largo contra producente, ¿me explico? Ya que sus escenarios y decoraciones dejan la sensación de que ya lo jugaste y no agregaron cambios. Honestamente me dieron más ganas de jugar una entrega pasada que invertir más horas en Rouge.
Conclusión
Tenemos miedo y esperamos equivocarnos en que Ubisoft lo haga de nuevo, peor aún; el año que viene, sacar dos títulos al año es más de lo que puede manejar. No dudamos sobre sus capacidades pero es mejor enfocarse en un solo juego que en varios de la misma franquicia, más que nada porque es cansado. Ya sacaron uno para portátiles y lo movieron a consola, hubo port del juego para la generación pasada; apostamos que querrán hacerlo para Xbox One y PS4 ya que el título tiene fecha anunciada para PC.
Si el Credo recorre sus venas y no aguantan las ganas por jugarlo recomendamos que lo renten o lo pidan prestado a un amigo, es probable que lo disfrutaren más. Para la próxima vez que Ubisoft saque dos juegos anuales, piénsenlo dos veces más porque resultaría cara la inversión, y sus títulos se vuelven demasiado inestables (Rouge y Unity). Su historia no es mala pero podrían haberlo manejado en otras cosas, su gameplay tiene errores vitales; esperemos que aprendan de sus errores.
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A favor
- La historia es orgánica
- Batallas navales
- Complementa la historia de la saga
En contra
- Puede resultar monótono
- Tiene muchos glitch
- Carece de Multijugador
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