Los detractores del 4K han encontrado su argumento central en la falta de contenido producido con tan alta resolución.
Ahora, en la víspera del CES 2018 y ante la inminente popularización del 8K, Samsung da el primer paso para facilitar contenidos que puedan verse optimamente en dicha resolución, a través de una inteligencia artificial que aumenta de forma automática la calidad de las imágenes de baja resolución.
La nueva IA podrá sin importar la resolución de origen, mejorar casi cualquier película o programa de televisión a través del procesamiento de las imágenes y seleccionando el filtro adecuado. De acuerdo a Samsung, la tecnología analiza elementos de la imagen y produce cuadros con mejor contraste y sin detalles borrosos, para lo cual, la IA posee una base de datos con análisis de millones de imágenes.
Pero no solo el video recibirá beneficios, pues el audio también se ajustará de automáticamente. Si el espectador está viendo un partido de fútbol, el audio resaltará el vitoreo y aplausos del público, pero si lo que se ve es un concierto, los sonidos de baja frecuencia de la música serán destacados para ofrecer una mejor resonancia.
La tecnología llega en la nueva pantalla QLED de 85 pulgadas de la firma coreana, y llegará a otras pantallas de 65 pulgadas y más grandes, en la segunda mitad del 2018.
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