Desde que fuera promulgada la Reforma en Telecomunicaciones promulgada en el año 2013 se añadió en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos que el acceso a las TIC es un derecho constitucional de todos los mexicanos.
Tres años después vemos que, aunque el acceso universal a las TIC es un derecho reconocido, el 42% de la población aun se encuentra privada de varios servicios, entre los que se encuentran los servicios de Banda Ancha Móvil.
En el Artículo sexto de la Constitución Política de nuestro país es donde se reconoce que el acceso a las Tecnologías de la Información y la Comunicación y, en particular, a la Banda Ancha y el Internet deben ser garantizados por el Estado. Sin embargo, The Social Intelligent Unit, encontró que este derecho se encuentra menos presente conforme el nivel socioeconómico de las personas disminuye.
En el estudio de The SIU denominado Acceso a Banda Ancha Móvil: Diferencias por Nivel Socioeconómico encontraron que el 42% de la población aún se encontraba privada del acceso a los servicios de Banda Ancha Móvil al finalizar la primera mitad del 2016; y esta brecha se agudiza conforme se llega la población que pertenece a los niveles socioeconómicos más bajos.
Dando como resultado que las personas más pobres del país, no tienen acceso a aquello que por mandato constitucional deberían, es decir: El derecho a la información, derecho a la privacidad y derecho de acceso a las Tecnologías de la Información y de la Comunicación, a los servicios de radiodifusión y telecomunicaciones.
Estos resultados reflejarían que las personas que cuentan con los ingresos suficientes para cubrir todas sus necesidades y se encuentran en el nivel A y B tienen acceso a la Banda Ancha Móvil en un 77%; mientras que aquellos que se encuentran en los niveles socioeconómicos más bajos D+, D y E solo alcanzan una penetración de estos servicios en un 23%.
Creciendo hasta los 34 puntos las personas del nivel socioeconómico C y C-; y hasta el 52% los del C+. Esto significa una diferencia de 54 puntos entre los NSE más bajos y los más altos; poniendo en evidencia la magnitud del problema de la adopción de la Banda Ancha Móvil en el país.
Sin embargo; contrasta también con los datos de adopción de los teléfonos inteligentes donde el 45% de las personas de más escasos recursos cuentan con un dispositivo de este tipo. Mientras que el 89% de los más ricos tienen acceso a este dispositivo. Aunque se podría pensar que las personas con menores recursos podrían tener acceso a programas sociales como los de México Conectado, debemos recordar que estos han sufrido fuertes recortes presupuestales, limitando su margen de acción de estas personas.
Programa al que por cierto la R3D anda ejecutando una evaluación general para determinar si los puntos donde se ha habilitado el servicio funcionan como deberían funcionar.
Al final este estudio que da como resultado que la Banda Ancha Móvil solo ha sido adoptada por seis de cada 10 mexicanos; y la diferencia son consideradas personas en vulnerabilidad, que deberían tener prioridad para acceder a estos servicios.
Más información | The SIU
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